Estaba solo en la nave, recostado sobre la fría superficie del artefacto alienígena. Su mente luchaba por intentar comprender qué había ocurrido en el último segundo antes de ser abducido.Se veían tres lunas y el planeta estaba vacío,silencioso y rocoso.Tenía mucho miedo.
Se fijó en su desnudez y en los pegajosos tentáculos que lo inmobilizarían para siempre.
Jooor!!! Que yu-yu!!
ResponderEliminarMuy bueno!!
Shemba
Confiesa que has leído algo de Lovecraft.
ResponderEliminar¿No? Entonces creo que te gustaría.
Da mucho miedorrrrrrrrr.
Lovecraft? Ostras pues no.Me lo apunto!!!!
ResponderEliminarVaya canguele
ResponderEliminarY con el asco que me dan a mi los tentáculos
Me ha gustado mucho
Carmen
¡¡jo!! ¡como te mola el terror! Brrrrr, Sí que da canguele, sí.
ResponderEliminarYo. (jijijijijiji!)
Me he acordado del pulpo a la gallega y ya me ha entrado hambre.
ResponderEliminarMuy bueno.
Miremos el lado positivo: si esos tentáculos pegajosos son como las babas de caracol al menos se va conservar joven y bello.
ResponderEliminarDarth
Plagio.
ResponderEliminar