Comentarios al blog


Por parte de la intelligentsia (1) del blog, se comunica que los comentarios off-topic (fuera de tema), las faltas de respeto y los versos ripiosos serán eliminados por no atenerse a las normas de respeto de la comunidad.

La presidenta del rellano.

(1)intelligentsia o, en caracteres castellanos, inteliguentsia (del Latín intelligentia) es una clase social compuesta por personas involucradas en complejas actividades mentales y creativas orientadas al desarrollo y la diseminación de la cultura, incluyendo intelectuales y grupos sociales cercanos a ellos. El término ha sido tomado del ruso интеллигенция (transliterado como intellig(u)éntsiya), o bien del polaco. Los dos, a su vez, derivaron de la palabra francesa intelligence. Al comienzo, el término se aplicó en el contexto de Polonia, Rusia y más tarde, la Unión Soviética, y tuvo un significado más estrecho basado en la autodefinición de una cierta categoría de intelectuales.

sábado, 29 de mayo de 2010

AHORA, TODO EN ORDEN

.
Paz se despertó inquieta. No podía dormir, sentía que aún tenía muchas cosas pendientes por hacer y no podía dejarlas a medias. Se miró en el espejo y se vio mayor, no lograba recordar si en algún momento de su larga vida había sido joven. Su largo pelo blanco caía sobre sus hombros rizándose en las puntas dándole un aspecto desenfadado a pesar de su estricto carácter. Su pequeño cuerpo se hacía aún más pequeño dentro de aquel camisón de algodón ya amarillento por los años.
.
Bajó al salón, decorado con muebles anticuados pero en perfecto estado a pesar del paso del tiempo. Sobre los reposabrazos de los sillones y el sofá de escay había rigurosamente alineados unos tapetes de bolillo que ella mismo elaboraba cuando sus manos y su vista aún se lo permitían. En uno de los sillones, su marido se había dejado el libro que estaba devorando en esos días. Paz cogió el libro y se sentó a ojearlo unos instantes, aunque en realidad nada de lo que leía tenía sentido para ella. Lo que realmente deseaba hacer era colocarlo en su sitio, sobre la mesita auxiliar también adornada con un tapete artesanal.
.
Tras ver que todo estaba en orden, Paz se dirigió a la cocina. Julio César la recibió con un sonoro bufido. No importaba, a Paz nunca le gustó ese estúpido gato. Julio César salió erizado de la cocina y Paz volvió a quedarse sola. La cocina era pequeña. Echó un vistazo a los fogones, estaban muy usados, habían pensando en cambiarlos y poner una cocina más moderna, de esas que no necesitan las pesadas bombonas de butano para funcionar. Ni ella ni su marido tenían ya las fuerzas para moverlas. Había un vaso usado en la mesa, Paz lo cogió, lo fregó, lo secó y lo colocó en su sitio. Todo estaba bien, no había nada fuera de lugar. Incluso la pequeña lista de la compra, que estaba sujeta en la nevera por un imán recuerdo de Mallorca, estaba totalmente alineada con los ángulos de la nevera.
.
Paz fue hacia las encaramadas escaleras, el granito se veía gastado por el centro de los escalones, eran muchos años viviendo allí. Solo pensar en subir a Paz se le resentían las rodillas. Increíblemente no le costó mucho esfuerzo llegar hasta arriba.
.
Volvió a su habitación. Ella y su marido dormían en camas separadas, aunque la decisión de hacerlo nunca les mejoró el dolor de espalda a ninguno de los dos. Se acercó a su marido que dormía plácidamente, le arregló un poco la sábana para cubrirlo mejor y le dio un beso con los ojos.
.
Paz decidió volver a su cama y yacer de nuevo en su cuerpo inerte.

jueves, 20 de mayo de 2010

ANIMALITOS


ANIMALITOS

Los amantes que estaban bañándose a la luz de la luna profirieron alaridos que se perdieron en la inmensidad del mar. Sólo unos segundos antes de morir supieron que la masa gelatinosa con tentáculos que los envolvía era una fragata portuguesa (*).



(*) El que piense que una fragata portuguesa es una embarcación militar, va errado.

PRESENCIA



 


El ruido de las olas del mar ,aquella noche ,quedó clavado en mi piel mojada .Estabas escribiendo algo en la arena cuando me dormí .Al despertar te habías ido para siempre. Corrí ,corrí y te llamé pero fue en vano.

 

Tendré que volver para leerlo, porque aquello que escribiste aquel agosto no hay olas en el mar capaces de borrarlo.

 

El ruido de las olas del mar ,aquella noche ,quedó clavado en mi piel mojada. Fueron tus pisadas las últimas pisadas .Tendré que volver a contemplarlas porque no hay viento lo suficientemente fuerte ni oleaje para borrar las marcas que dejaste en la arena mojada.

 

Cuando cayó la noche caí dentro del sueño más profundo y escuchando la música de tu guitarra se me erizó el espíritu mientras caían de tu cuerpo cálido granos de arena húmeda ,restos de palabras ,sonrisas y miradas.

 

Las rosas que tiré esta mañana al círculo creciente de las olas  representan cada uno de los besos escondidos de aquella noche de verano. Rosas dormidas en el agua, navegantes fugaces del tiempo de un amor perdido pero no olvidado.

 



miércoles, 19 de mayo de 2010


De una experiencia esta misma tarde.A veces no sabemos donde meternos.Aquello del "tierra trágame" hoy me venía que ni pintado.




Puede resultar muy desagradable caer bien a una persona que te cae mal

martes, 18 de mayo de 2010

LA ÚLTIMA APNEA


LA ÚLTIMA APNEA

El sol brillaba con todo su esplendor a pesar de los nubarrones que rondaban por mi cabeza. La decisión estaba tomada.


Estaba decidido a enfrentarme con aquel último reto mientras me fumaba mi último cigarrillo, sentado en el tubo de babor de mi neumática, observando el horizonte. Cuando lo creí oportuno, lo tiré al agua egoístamente despectivo sin dudarlo dos veces.

Me sumergí en aquel mar azul turquesa provisto de sendas aletas, una gafas de buceo, el indicador de profundidad de muñeca, una pequeña linterna submarina y mi cinturón de plomos ajustado a la cintura y asegurado con una cadenita en el tobillo y un candado cuya llave tiré antes por la borda para evitar tentaciones. Sólo un pensamiento de liberación total me empujaba hasta la tan ansiada meta.

El agua estaba tibia.


10 METROS.

El agua estaba limpia y mis pulmones a rebosar. Me sentía fuerte y animado. Un banco de pequeños peces me distrajo por un momento. Seguir…seguir…


20 METROS.

A pesar de la profundidad y la desaparición de los rayos del sol, aun se podían distinguir las diferentes tonalidades de azules que delimitaban los cambios de temperatura. Mi decisión seguía siendo la misma y ya no necesitaba el esfuerzo de mis aletas para continuar hundiéndome. El agua ahora estaba fría.


30 METROS.

Ahora estaba un poco más preocupado. La velocidad de descenso era mucho más rápida de lo previsto y la necesidad de compensar la presión en mis oídos más apremiante. No quería que los tímpanos me explotasen a destiempo con la consabida pérdida del sentido del equilibrio y la orientación. Necesitaba estar consciente mientras mis pulmones aguantasen. Soplé con fuerza por la nariz mientras con los dedos pulgar e índice impedía la salida del aire. La presión volvió a su normalidad.


40 METROS.

Los colores desaparecieron para dar lugar a una visión muy escasa. El gris oscuro empezaba a hacer mella en mí. Por un momento estuve tentado de regresar, puesto que en mi cabeza había el mismo color que el del oscuro abismo. El pecho me empezó a arder a pesar el frío reinante.


50 METROS.

El gran azul. Todo azul… que bonito... Volvía a estar bien conmigo mismo y con mi entorno. Ya no importaba lo que quedaba atrás. Todo volvía a estar en su sitio. Aun era consciente de que aquella sensación agradable era producto de la narcosis de la profundidad. Ya me había sucedido anteriormente. Nada alarmante.


60 METROS.

Aun seguían las tonalidades azules oscuros y a pesar de que seguía estando eufórico, por un momento llegó el primer aviso de presión en el pecho en forma de punzada dolorosa. Tenía el cuerpo helado pero debía seguir inevitablemente…


70 METROS.

Sólo la negrura con algún destello distraen un dolor cada vez más hiriente. La realidad se distorsiona. Ya no necesito las aletas ni la cuerda del ancla…La cuerda del ancla que conscientemente no eché… Me estoy confundiendo.


80 METROS.

Ya no hay vuelta atrás. Sólo importa el final del trayecto. Si no fuera por la linterna, ni siquiera vería lo que indica el profundímetro. Me siento como un globo a punto de estallar. Las 90 atmósferas de presión hacen que mis gafas de buceo se me claven en el rostro como una cuchilla. Compenso de nuevo por la nariz con gran esfuerzo para nivelar la presión.


90 METROS.

Mi boca se abre de forma involuntaria y deja escapar las últimas reservas de aire. El descenso se acelera y mis pensamientos dejan de ser coherentes. Mi cuerpo deja de funcionar debido a la baja temperatura pero no quiero arrepentirme de no haber usado traje de neopreno. La hipotermia está llegando a mi cerebro.


100 METROS.

La pérdida de la realidad es total como la ausencia de color. El negro lo invade todo, tanto en el exterior como en mi interior.


110 METROS.

¿Por qué he mirado la profundidad si no importa? Las gafas se me clavan como agujas. Haciendo un esfuerzo sobrehumano, consigo quitármelas a pesar de mi falta de tacto. El intenso frío casi me impide moverme. Ya no son necesarias y la linterna tampoco. Es increíble que mi cerebro siga trabajando en estas circunstancias. ¿Esfuerzo reflejo de supervivencia quizá?

Aspiro agua y empiezo a convulsionarme.


123 METROS.

He tocado fondo y sin verlo he levantado una nube de polvo. Ahora todo está en su lugar.

Veo un pequeño resplandor. Que raro, un haz de luz que me atrae, que me obliga a seguirlo. No siento nada, sólo la imperiosa necesidad de seguir el destello. Se que debo ir en su dirección. En aquella dirección.

Que curioso…ha vuelto la luz y con ella la imagen que dejo atrás. Que extraño ver mi cuerpo inerte en esta forma tan grotesca. Me dan ganas de reír.

Sigo el resplandor. Todo está bien…

ENCUENTRO FUGAZ II

.
Hoy me he sentado en este banco a esperarte.
.
"¿Estás triste?" Fueron tus únicas palabras, nunca pronunciaste tu nombre. Las recuerdo y me hacen feliz.
.
Oigo una melodía de móvil, me sobresalto y al voltearme nunca eres tú.
.
Quizá no debería confiar tanto en la suerte y dejar ya de esperar.
.
FIN
.

PROTEJA SUS ÁRBOLES FRUTALES

PROTEJA SUS ÁRBOLES FRUTALES.


Para conseguir que su fruta no quede dañada por la indeseable mosca de la fruta y otros bichejos no gratos, solo hay que seguir estas sencillas instrucciones:
.
1º- Coja una botella de plástico de 1,5 litros a 2 litros de agua, de Coca-cola, de aceite Jonshon's... bueno... mientras sea transparente sirve.
.
2º- Agujeree con un cigarro encendido, por que si esta apagado va ser muy difícil, ya que aunque golpee con fuerza la botella con el cigarro por cuestiones de física (me parece) va a ser imposible agujerear nada... Si no fuma, una de dos, le pide a su yerno (si tiene) o a una de sus dos hijas que fuman (si tiene) q lo hagan por usted... Pero ojo!! Que no agujereen la base!!! Siempre de mitad botella pa'arriba!!! Si aún así no hay nadie q fume a su alrededor... Enhorabuena!!!... Puede idearse cualquier otra cosa para hacer agujeros... Pulmones sanos, mente en forma... Ojo!! Los agujeros deben ser lo suficientemente grandes para que entren las moscas y lo suficientemente pequeños para que no sea una tontería todo este proceso.
.
3º- Ate una cuerda alrededor del cuello de la botella del largo suficiente para atarla en la rama del árbol a proteger y ¡ojo! que quede colgando.
.
4º- Rellene la botella con agua, del grifo sirve... siempre por debajo del primer agujero... Aunque intente llenarla por encima, al final el nivel del agua siempre quedará por debajo... (Creo que eso también debe ser por algo de la física, o si no sentido común...)
.
5º- Métale un trozo pequeño de bacalao, el más barato de ese salado sirve , si compra del bueno mejor cómaselo usted, por que ponerlo ahí es tontería...
.
6º- Cierre la botella con el tapón y si no lo tiene con cualquier otra cosa.
.
7º- Cuélguela del árbol a proteger y se olvida... La próxima vez que la vea se le removerán las tripas.

8º- Puede usted comer la fruta, una vez madura, sin riesgo a encontrar un inquilino invertebrado en ella.

FIN

EL PEDO



Esta mañana temprano
Me ha dado la impresión
Que un estruendo salía
Disparado por mi ano.


Perpleja me he quedado
Cuando ya con ilusión
He corrido hacia el lavabo
Y me he bajado el pantalón.


Cuando hay visitas es tímido
Estando sola es respondón,
Pero el de recién levantada
Ese apesta mogollón.

lunes, 17 de mayo de 2010

NO CONSIGO OLVIDARLA

.
Confieso que me ruboricé. Sentí vergüenza de mi mismo. Después de tres años, cinco meses y tres semanas sin ella logré convencerme a mi mismo de que la había olvidado para siempre.
.
Estaba delante de ella, a menos de un paso. Su presencia me inquietaba tanto que mi cuerpo se me quedaba pequeño, no sabía si darme la vuelta o acercarme más a ella. Con seguridad, la primera opción hubiera sido la correcta.
.
Soy débil, no pude resistirme a ella. La acerqué más a mi, hasta que pude robarle su intenso y embriagador aroma. Aquel familiar olor hizo que me olvidara de todo lo malo que estaba pasando. De todo lo malo, pero también de todo lo bueno. Me absorbió, solo estaba para ella, en ese momento nada ni nadie hubiera captado mi atención, nada ni nadie.
.
La acerqué a mis labios y sentí como las lágrimas de mi inconsciente se hacían visibles en mis ojos. Soy un perdedor, no pude resistirme, soy un fracasado. Su cálido sabor me quemó los labios, me quemó la boca, me quemó a mi mismo y me dejó reducido a cenizas.
.
No sé por que lo hice, o quizá sí. Sólo espero que ahora tú no me dejes tirado, aunque me duela pedírtelo. Sé que te he hecho daño y prometí que nunca más lo haría. Todos estos años no han servido para nada. Lo siento, lo siento, lo siento. No sé que más decir.

.
http://www.alcoholicos-anonimos.org/v_portal/apartados/apartado.asp

LA LLUVIA


La lluvia está salpicando con una fuerza extraordinaria el vidrio de la ventana del comedor, atizándolo de mala manera con ansias de romperlo . Hacía mucho tiempo que no llovía como hoy , tan fuerte, con tantas ganas .El desagüe del patio no da abasto y lo oigo engullir desconsolado desde hace más de una hora .Gloc,gloc,gloc…parece que se va a ahogar .Me da la sensación que dentro de poco rato como siga lloviendo con tanta fuerza el patio empezará a inundarse y el desagüe se perderá en el fondo… agonizante , callando para siempre.

sábado, 15 de mayo de 2010

TAZIDAT Y MAGEK



Llegamos de noche, el 14 de Septiembre.La oscuridad profunda y absoluta del desierto nos sumió en una gran tranquilidad a mi marido Ilker y a mí cuando por fin dejamos las mochilas en el campamento. Nos recibió Tazidat, una joven alta y delgada de unos dieciséis años.Nos acompañó a nuestra jaima,construida entre otras cosas de pelo de camello, sujeta con palos de madera y cuerda de cáñamo. Estuvimos hablando con nuestra anfitriona en Tamasheq,el idioma de los tuareg que Ilker conoce perfectamente y me iba traduciendo.Después de dos intensas horas de conversación nos acostamos en el suelo encima de nuestros sacos de dormir.Cerré los ojos y me sumí en un profundo sueño, respirando los aires del Sahara occidental.
Al día siguiente el amanecer nos trajo la visión de un enorme terreno baldío,inerte,seco y muerto que albergaba unas 15 jaimas aproximadamente, colocadas de manera que se encaraban las unas con las otras, formando como un pequeño pueblecito .Calculamos que en el poblado había unas 6 familias, y que en total al igual serían unas 50 personas.
os, según su resistencia. a cáñamo, natural.
El sol empezó a salir entre las dunas de la región de Ghat donde nos encontrábamos.Eran aproximadamente las seis de la mañana cuando unos cuantos hombres ,jóvenes y viejos, salían de sus casas esperando un buen día de caza.Las mujeres acababan de recoger la leche de los camellos para desayunar.Leche que tomaban recién ordeñada niños y mayores como único sustento matinal.
Los niños más pequeños junto a algunos jóvenes varones se disponían a asistir a la escuela improvisada en una de las jaimas más grandes .La maestra era una joven francesa, que hacía unos años que estaba con los tuareg.En un principio debía quedarse solamente unos días pero se encariñó con los niños y mediante nuestra ONG y el consentimiento de los tuareg se había quedado temporalmente con ellos, siguiéndoles a todas partes, ayudándolos a salir de su analfabetismo. Estuvo casi todo el primer año para aprender el idioma, y dos años más tarde era ella la que enseñaba a los niños a escribir el alfabeto tifinagh, que los tuareg usan para transcribir su idioma.Monique nos explicó que este alfabeto proviene del alfabeto líbico, y que no lo usan para textos largos sino para frases cortas, epitafios, para decorar alfombras,para escribir notas simples en definitiva.Casualmente varias de las mujeres del poblado dominaban esta escritura, pero en cambio eran pocos los hombres que tenían conocimiento de la misma.Y ahí era donde entraba el trabajo de Monique.
Monique vestía una malefa azul y estaba sentada al lado de un perro negro lleno de pulgas y con clapas sin pelo. Todos los niños se sentaron a su alrededor y empezaron a contar del uno al veinte, luego a sumar, luego a escribir en la arena los símbolos del abecedario.Nos quedamos un rato allí con ellos, y entre sus risas intentábamos escribir aquellos símbolos sin apenas conseguirlo.Ilker y yo tendríamos que tomar más clases particulares.Especialmente yo, que no tenía idea del idioma.Al menos Ilker ya lo sabía hablar pues jugaba con la ventaja de haber estado con ellos en varias ocasiones durante los diez años precedentes a nuestra visita en común.
Llegó la hora de comer y lo hicimos con la familia de Tazidat, que nos ofreció su comida con una gran sonrisa en la cara.Antes de sentarme encima de una alfombra que reposaba en el suelo de la jaima de nuestros anfitriones del día, pregunté a Monique donde podía lavarme las manos, y con media sonrisa me dijo que usara la leche del camello.El agua era muy escasa y había temporadas en la que ni tenían .Podían estar meses bebiendo solamente leche y sin probar el agua.Y en consecuencia ,largo tiempo sin lavarse.
Durante las comidas, los hombres tradicionalmente comían antes que las mujeres y los niños, pero conmigo hicieron una excepción y lo hicimos todos juntos.La comida no nos pareció muy apetecible, pero la agradecimos.Consistió en carne seca hervida en leche y mantequilla. Como no había cubiertos lo tomamos directamente con las manos.Una vez finalizada la carne,los tuareg , Monique y mi marido se bebieron el caldo.Allí yo ya dije que no tenía más hambre y se miraron unos a otros con una sonrisa picarona,sabiendo que no me había gustado mucho la comida.Pero la verdad es que me acostumbré, y a los dos días hasta la encontraba apetitosa.
Entrada la tarde nos encontramos de nuevo con Tazidat, que estaba tocando un imzad y recitando poemas.Me pareció un instrumento muy peculiar.Era redondo y tenía una sola cuerda, y lo fabricaban ellas mismas con madera y cubierto de piel de animal.La finalidad de estos cantos y poemas era un ensayo general a una boda que se aproximaba.Su boda.
Dentro de pocos días se casaba con Magek, quince años mayor que ella.Su mano había sido pedida según manda la tradición: El primo del novio se presentó delante del padre de la novia hacía una semana y ya se había establecido la dote: dos camellos, diez cabras y cuatro vacas entre otras cosas.La boda sería a los diez días de la petición, por lo que en un par de días asistiríamos a nuestra primera ceremonia tuareg.
Dos días después de nuestra llegada, y en cuestión de cuatro horas, el campamento quedó desmontado completamente y cargado encima de los camellos.Teníamos que caminar unos kilómetros hacia el norte para encontrarnos con el novio .La boda era muy importante pero no solamente por el hecho de que dos personas se unirían en matrimonio, sino también por el reencuentro entre familiares y amigos que normalmente se movían por parajes lejanos.
Transcurridas unas horas llegamos al sitio elegido para el encuentro.Esta vez el terreno no era tan árido, ya que nos encontramos con una zona en la que había hierba para que los camellos pudieran comer.También había un pequeño pozo que ellos mismos habían construido con anterioridad.No os podéis imaginar la ilusión que nos hizo el hecho de poder lavarnos un poco las manos y la cara.
Montamos de nuevo el campamento.Nunca me había cansado tanto en un día y creo que cuando pillé asiento me quedé dormida más de lo que hubiera deseado.Cuando desperté me dijeron que aproximadamente a 500 metros de donde estábamos nosotros ya había acampado el novio con sus camaradas.Ilker y yo nos dirigimos allí con nuestras cámaras y nos recibieron muy contentos.Los amigos de Magek lo estaban vistiendo con velos azules y su primo le armaba con su takuba,una especie de espada, estando así ya dispuesto para recibir en un par de horas a los invitados que irían llegando.
Estubimos allí con ellos, cantando y bailando durante tres horas.A lo lejos divisamos varios camellos y en sus lomos, gente vestida de gala para la ocasión.Fue entonces cuando el novio y sus invitados y amigos se dirigieron hacia el campamento de la novia, siendo recibidos con ovaciones, canciones y poemas de bienvenida.Algunas mujeres tocaban los tambores,otras el imzad y los invitados giraban a su alrededor encima de los camellos,al son de la música.Fue muy bonito ver el contraste de la arena con los colores de sus vestimentas y aquellos elegantes movimientos.Ilker aprovechó para tirar unas fotos y yo para aprender sus danzas.
La fiesta duró ocho días,y durante este tiempo,algunos hombres ayudaron al novio a construir la tienda que sería a partir de entonces su hogar.Por tradición era el novio el que se iba a vivir al campamento de su futura esposa, y así lo decidieron.
El último día de la fiesta, y también nuestro último día entre nuestros nuevos amigos, fue para mí el mejor.La caza de los dos últimos días había ido muy bien y comeríamos en abundancia.Por la mañana, después del desayuno, y aún con las mismas ropas de hacía siete días, se legalizó el matrimonio y la entrega de la dote.Tras la cerimonia se recitaron unos versos del Corán.La pareja ya podía ir a su tienda, donde él ocuparía la zona oriental y ella la occidental, tal y como manda la tradición tuareg.
Ilker y yo vivimos unos días que nunca olvidaremos.Al día siguiente de la boda nos íbamos, no sin antes recibir una serie de regalos hechos por ellos mismos: Alfombras, bolsas y algunos collares.La nueva pareja nos regaló una alfombra que siempre guardaré con mucho cariño.Después de un cálido abrazo recibí el mejor regalo.Tazidat me dio su imzad favorito, uno que había hecho su madre cuando ella era pequeña.Durante la despedida cantamos y bailamos, pero cuando cogimos nuestras mochilas para irnos no pude contener las lágrimas.
Hoy sentada en el sofá de mi cálido hogar cierro los ojos y parece que aún huelo el desierto del Sáhara y oigo el cantar de los tuareg.Haber vivido con ellos unos días ha sido una experiencia maravillosa.Me ha ayudado a valorar más las cosas que tengo y a vivir el día a día de otra manera que no vivía antes.Ilker , yo y otros miembros de nuestra ONG estamos preparando una segunda visita juntos para el año que viene.Esperamos conseguir el propósito de poder llevar con nosotros un precioso regalo: diez camellos hembras para nuestros amigos tuareg.

LOCALISTAS Y...



La lluvia en Barcelona despierta siempre la mona.



La lluvia en Hospitalet llega después de un pet.
(pet=pedo)



La lluvia en Granada viene y va como si nada.

viernes, 7 de mayo de 2010

Una nueva experiencia


ADVERTENCIA: Este relato puede herir sensibilidades por su alto contenido en sexo explícito. No apto para menores de 25 años.


Una nueva experiencia

Ante la monotonía del sexo corriente, decidieron exponer de mutuo acuerdo sus fantasías por cumplir, para que así sus relaciones futuras pudieran seguir a buen término y no caer en la rutina y el aburrimiento.
La conversación había transcurrido por cauces bastantes normales, hasta que le tocó hablar a ella. Él por su parte, aunque indeciso, aceptó escucharla hasta el final sin poner objeciones.

-. Siempre dijiste que querrías poner en práctica todo cuanto me apeteciera. Que mis fantasías serían las tuyas y que nos apoyaríamos. Nunca me he negado en complacerte en todo cuanto me has pedido, pero creo que ahora me toca a mí sentirme sexualmente realizada. Además, sólo has de dejarte llevar. Estoy segura de que acabará gustándote.

-. Pero ya sabes que a mi el dolor no me va. No soy ningún masoquista – (objetó él indeciso)

-. Te doy mi palabra de que no te haré daño. Al menos déjame intentarlo. En el momento en que me lo digas estoy dispuesta a dejarlo.

Al final, él asintió con una sonrisa de complicidad. El siguiente paso fue ponerlo en práctica.

Inmovilizado por las muñecas a cada lado del dosel de la cama, se mostró completamente pasivo cuando ella le levantó la pierna derecha hasta situarla a la altura de la mano y procedió a atársela. Luego hizo lo mismo con la izquierda quedando en una postura humillante y completamente a su merced. La plena visión de aquel ano predispuesto a sus caprichos, no hizo más que aumentar sus deseos.
El siguiente paso fue coger un tubo de glicerina y depositar parte de su contenido en el recto de su servil pareja. Luego se embadurnó la mano con el mismo producto y empezó a practicarle un suave y placentero masaje, al tiempo que introducía lentamente su dedo índice en el interior de aquel lubricado esfínter. Al notar la penetración, él profirió un débil suspiro aunque se abstuvo de pronunciar palabra alguna. De hecho aquella práctica empezó a gustarle más de lo esperado. Ella, por su parte empezó un mete y saca hasta que el agujero estuvo lo suficientemente dilatado como para que pudiera introducir también el dedo mayor, haciendo lo mismo y rotándolos al mismo tiempo, mientras que con la mano izquierda le agarraba su erguido pene. Estaba claro que su pareja se sentía excitado por todo aquello, aunque ella pensó que lo mejor estaba por venir, con lo cual la excitación era compartida.
Al índice y mayor se les sumó el anular sin dificultad alguna y al cabo de un rato también el meñique. Se sintió aliviada cuando él le dijo que podía apretar un poco más. Estaba claro que aquella práctica le ocasionaba un placer que no había experimentado hasta ahora.
Los movimientos se hicieron cada vez más rápidos al igual que los jadeos. Ella se dio cuenta de que él estaba apunto de eyacular, por lo que dejó de masajearle el pene. No podía permitir que tuviera un orgasmo antes de tiempo, pues aún había mucho quehacer por delante. En cambio empezó a acariciarse a ella misma con la mano libre. Sus flujos vaginales no tardaron a aparecer en abundancia.
Hizo un alto en su proceder para depositar más producto lubricante en aquel dilatado esfínter y mientras volvía a su excitado clítoris, empezó a ejercer presión con los cinco dedos de la mano hasta que estos se hundieron sin dificultad justo a la altura de los nudillos, provocando un lastimero quejido por parte de él que evidenció una mezcla de dolor y placer. Volvió de nuevo al mete y saca con más presión y también las caricias constantes en su vagina. La excitación de ella estaba ocasionando una fuerza tal, que los nudillos desaparecieron de la vista. Una expresión de dolor se hizo patente en el rostro del sumiso a la par que su antes erguido miembro viril, se transformaba en una flácida réplica de lo que había sido. En un momento dado le suplicó que lo dejara pues se le hacía insoportable, sin embargo ella desoyó su ruego mientras seguía y seguía empujando su mano, la cual se introducía cada vez más profundamente en aquel atormentado recto.
En el preciso instante que las rítmicas caricias en su sexo le ocasionaban un fuerte e inesperado orgasmo, casi de manera involuntaria ejerció tanta fuerza, que su mano derecha se introdujo hasta la muñeca, mientras el desdichado propietario de aquel destrozado ano profería un alarido de dolor.
Fue entonces cuando ella admiró su obra con ojos entreabiertos, jadeante aún por el clímax alcanzado y su rostro bañado en sudor. Sonrió maquiavélicamente ante la vista de su mano introducida por completo en el esfínter de su desdichado compañero, el cual seguía profiriendo lastimosos quejidos de dolor, a la vez que le suplicaba que le liberara de una vez por todas de aquella dolorosa tortura. Por fin empezó a retirar lentamente la mano del desmesurado orificio que justo unos segundos antes había perdido su estado virginal, no sin cierta dificultad. Cuando se retiraron los nudillos, otro grito de dolor invadió la estancia, más sólo fue un instante que dio paso a un deseado alivio plasmado en aquel rostro desencajado pero más sereno. Fue al cabo de unos momentos, cuando ya se sentía más relajado que exclamó autoritariamente y visiblemente enojado.

-. Desátame. El juego ha terminado.

Sin embargo ella reaccionó de un modo muy distinto al esperado, cosa que le aterrorizó viéndose incapaz de deshacerse de las ataduras que le mantenían en aquella grotesca postura.
Aún escitada y con apariencia diabólicamente lujuriosa, ella exclamó.

-. ¡No! Quiero hacerlo de nuevo con las dos manos. Deseo comprobar si caben.

martes, 4 de mayo de 2010

UN SER ESPECIAL



Estamos en un hotel de Salou recién levantados y con un hambre de caballo .Mi marido y mi hijo Andrés ya han bajado al comedor .Yo estoy acabando de arreglarme y he dejado a Miriam tumbada en la cama de matrimonio para atender unas necesidades imperiosas de ir al baño .Sentada en el retrete escucho a mi hija estornudar ,sin saber que el mismo impulso del estornudo la ha tumbado de cara a la almohada con la nariz y la boca tapadas. Un pequeño ruido de respiración dificultosa me hace levantar súbitamente y corro hacia la habitación, justo a tiempo para darle la vuelta a mi hija de diez años .La incorporo alarmada y ella me mira con sus ojos inexpresivos y con la boca abierta…como siempre. Menos mal que he llegado a tiempo, sino no quiero imaginarme en que se habría convertido su parálisis cerebral.
La visto y la cojo en brazos para ponerla en su silla de ruedas especial y nos dirigimos hacia el comedor.

Llegando a la puerta empiezan las miradas hacia Miriam. A veces me pregunto porqué la gente es tan fisgona y no puede evitar estas miradas y los susurros al oído al compañero mientras no pueden apartar la vista de mi hija.¿Acaso no han visto nunca un enfermo cerebral? Miriam les dedica otro de sus estornudos, esta vez con caída de mocos en picado. Al menos ahora han apartado la vista. Saco un pañuelo y la limpio mientras escucho los susurros de los comensales de la mesa de atrás.

Cuando llega la camarera fija la vista en la niña, y acto seguido sus ojos saltan de un lado a otro evitando la cara de Miriam. Nos comenta que la silla ocupa mucho sitio, que si nos importaría irnos al rincón del fondo. Mi marido salta con un “si nos importa” rotundo. No pensamos irnos a ningún lado. La silla no ocupa más que el espacio de una silla normal del comedor. Si lo que quieren es que nos pongamos en un rincón para que nadie vea a la niña lo tienen claro. No pensamos esconderla ni escondernos. Es nuestra hija, no un bicho raro. Mientras la camarera sigue la discusión con mi marido yo ya he desconectado y contemplo como Miriam tiene otro de sus ataques epilépticos incontrolables .Gira la cabeza hacia la derecha y saca la lengua, mueve brazos y piernas sin control pero a los dos minutos llega lo que para ella es la normalidad .Ojos ausentes, lengua salida ,brazos y piernas inertes. La camarera se va.

Al cabo de una hora nos hemos zampado una mariscada para chuparse los dedos, y a Miriam le hemos suministrado un jeringazo de Isosource para desayunar .Lástima que tenga el tubo de la sonda gástrica bien conectado, de lo contrario parte del líquido lechoso que se ha tomado habría ido esparcido por el suelo, dandonos el gusto de ver a la camarera limpiar tras nuestro paso.

Salimos a la calle a pasear, no sin toparnos con otra de las cosas que más rabia nos da. Un coche ocupa media acera, haciendo imposible el paso con la silla de ruedas. Educadamente le pedimos que aparte el vehículo y tras un par de minutos de intento como contestación recibimos un “Es solo un momento, ¿no puede usted bajar de la acera?” La madre que lo parió .No, si encima quiere tener la razón .Procedo a sacar las llaves de casa del bolso, y con cara de malos amigos le indico al conductor que voy a pasarlas por la magnífica pintura de su Audi A4 recién estrenado. Baja del coche amenazante cuando por suerte pasan una pareja de hombretones que se ponen de nuestra parte y el individuo procede a retirar el vehículo refunfuñando entre dientes.
Podría pasarme el día contando la desfachatez de mucha gente y de los cabreos constantes que pillamos mi marido y yo pero por suerte no todo el mundo es igual.


Durante el año Miriam pasa horas en un centro especial donde hay niños necesitados como ella .En el aparcamiento del centro se guardan las distancias entre los coches, nadie fija la mirada en los otros niños ni padres. Todos llevamos la misma distinción. La silla que nos precede, con un niño discapacitado. Nadie nos mira fijamente cuando entramos con nuestros hijos, ni cuando les damos de comer, ni cuando les cambiamos el pañal o secamos los mocos o llevamos manchas de sus babas en nuestras camisas. Es como entrar en otro mundo, aunque nos gustaría que una vez estamos en la calle se nos respetara igual. Todas las familias de Miriams de este mundo estaríamos muy agradecidas.