No tardó mucho.
Hubo una cascada de lágrimas y después el silencio.
El sinsabor de su pérdida fue la causa y el poder de la mente obró en consecuencia.
Sus constantes vitales se fueron deteniendo paulatinamente sin motivo aparente.
Los forenses no supieron dar explicación alguna, negándose a reconocer la verdad de los hechos.
Quizá en alguna dimensión desconocida habría un feliz reencuentro.
O simplemente la vida sin ella carecía de sentido.
¡Jopé! Al pie de la letra.
ResponderEliminar¿Crees que eso puede suceder?
Pues si que estamos tristes hoy,debe de ser el tiempo.
ResponderEliminarSupongo que es posible,no es la primera vez que oigo que cuando muere uno de un matrimonio de ancianos,el que queda no tarda en morir también.
Me ha encantado,Pep
Posible entre las personas.
ResponderEliminarFrecuente entre los irracionales.
Está claro que el amor tiene poco que ver con las células grises.
Me encantan estas historias de amor sin almíbar.
El amor por su pareja la llevo a dejarse morir solo por tener la esperanza de encontrarla en la otra vida, que historia más tierna, que dulce puede ser la muerte a veces.
ResponderEliminarVaya,que triste...
ResponderEliminarParece ser que estamos tod@s un poco melancölic@s.
Excelente,Pep,como siempre :)
Muy bien Pep, escueto y muy profundo
ResponderEliminarRosa
Joooooooooo se me salta la lagrimita Pep...eso no se hace,con lo contenta que llegaba yo de mi fin de semana :)
ResponderEliminarMorir de amor y de pena... eso sí que es romántico!! Me gusta mucho Pep.
ResponderEliminarDarth
200 por 100 romántico... snif...
ResponderEliminarJoer!!! Que gran tristeza!!
ResponderEliminarShemba