Se miraron a los ojos mientras sonnreían dulcemente.
Su deseo de estar unidos más allá de sus manos y sus besos y sus cuerpos colapsaba cualquier otro pensamiento.
Sólo ellos contaban,y el cielo que los iluminaba era testigo de la frustración que los envolvía al no poder ser uno solo.
Ni querían ni necesitaban nada más: Sólo ser uno.
Ningún otro pensamiento rozó sus mentes mientras daban un paso más.
Saltaron.
Como Romeo y Julieta.
ResponderEliminarEsther.
¡Toño!
ResponderEliminarPerdona madame, pero ¿no te has equivocado de verbo?
Porque hay uno, el que yo esperaba, que puede hacer sentir que te fusionas con el otro. Y luego sigues respirando. Más concretamente: jadeando.
Y perdona la ordinariez si es que así lo encuentras.
Ya me callo, que si sigo... jijijiji
Hay que procurar que no se note tanto la falta de nuestro Pep, el pobre, con lo mal que lo debe de estar pasando en estos momentos.
ResponderEliminarIsabel,lee los comentarios de mi anterior micro,y verás de quien fue la idea de saltar,bandida
ResponderEliminarJo, me esperaba un final muy feliz.
ResponderEliminarAunque también puede que saltaran el salto del tigre...¿no?
No,Anna.
ResponderEliminarY la curpa curpita la tiene la Teniente Mae Ripley,que lo sepas
Serán tontos del culo!!!!! (Con perdón de la expresión...)
ResponderEliminarShemba
Pe...pero...todas las historias románticas tienen que acabar ma?
ResponderEliminar¿No pueden acabar en la cama follando como cosacos aunque sólo sea por una vez?
Ainnncssss!!!!