Sobre la mesa seis botellines de cerveza vacíos. Un cenicero rebosante. El tercer chupito de whisky rozando sus labios. Él bebía para olvidar que la amaba. Ella bebía para olvidar que no podía amarle. Su último desencuentro acabaría impregnando las sábanas de olor a bar barato.
- ¡¡Otra ronda!! – Le gritó ella al camarero.
Ostras,dices mucho en muy pocas palabras.Situaciones como estas son totalmente reales.Bueno, en algunas situaciones de hecho no es fácil conversar.
ResponderEliminarMuy bien buscado Esther.
Excelente.
ResponderEliminarUna triste pero real situación de muchas parejas.
Me ha gustado.
Gràcies nois! Si només em dieu coses bones al final m'ho creuré i tot ;)
ResponderEliminarReal como la vida misma
ResponderEliminarMe ha encantado,Esther
Es triste ¿no?, una especie de sordidez en los sentimientos.
ResponderEliminar¿Por qué continuar con algo así?
Que penita de relación... snifff...
ResponderEliminarOtra ronda camarero!! Voy a intentar olvidar que esta relación es imposible...
Shemba
¿Qué voy a decir? Totalmente de acuerdo con urraca.
ResponderEliminarBien expresado en pocas palabras.
La ripley
Qué triste! amor no correspondido, amor que no surge...
ResponderEliminarAl final van a tener que ir juntos a AA...