Su sola presencia me ofendía a la vista. No podía aguantar por más tiempo aquella desesperante situación. La odiaba con toda mi alma y llevarla conmigo se me hacía una carga cada vez más pesada. Deseaba desprenderme de ella.
Por fin un día me decidí a actuar de manera contundente.
La puse encima de la mesa y agarré el hacha. Después descargué toda mi furia encima suyo y de un sólo y certero golpe, me deshice por fin de aquella angustia que me había perseguido durante tantos años.
Ahora mi mano izquierda descansa por fin en el cubo de la basura.
Eso existe. Creo que de paranormal no tiene nada.
ResponderEliminarNo,no es paranormal,pero acojonar acojona un rato largo.
ResponderEliminarCollons,que mal trago
Paranormal no, pero si anormal jejejejeje.La mano que le apretaba la vida y la consciencia quizás.Que mal trago jejejejeje
ResponderEliminarPara normales no es, quien lo haga is crazy
ResponderEliminarYa me he hecho pis... caray! ¡Qué miedo!
ResponderEliminarAaaah! espero que no me pase eso, en caso de que me pasara me quedaría sin manos, sin piernas, sin cabeza... me tendría que quitar todo lo que me disgusta, uf!
ResponderEliminarMuy bueno Pep!
Que retorcida soy Pep... yo pensaba en tu suegra... JAAAAAAAAAAAAAAAjajajajaja
ResponderEliminarTe ha quedado molto bene!!!
Shemba
Ya lo comentamos Pep. Pasa. Es uno de los casos más extremos pero no es tan extraño.
ResponderEliminarLo que has hecho es describirlo muy bien, muy gráficamente pero eso ya es normal en ti.
Bezoz