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La presidenta del rellano.

(1)intelligentsia o, en caracteres castellanos, inteliguentsia (del Latín intelligentia) es una clase social compuesta por personas involucradas en complejas actividades mentales y creativas orientadas al desarrollo y la diseminación de la cultura, incluyendo intelectuales y grupos sociales cercanos a ellos. El término ha sido tomado del ruso интеллигенция (transliterado como intellig(u)éntsiya), o bien del polaco. Los dos, a su vez, derivaron de la palabra francesa intelligence. Al comienzo, el término se aplicó en el contexto de Polonia, Rusia y más tarde, la Unión Soviética, y tuvo un significado más estrecho basado en la autodefinición de una cierta categoría de intelectuales.

domingo, 31 de octubre de 2010

LUNES


Era un día aburrido, extremadamente frío, sin lugar a dudas podía ser un lunes, un mal lunes, o, ¿era viernes?, y éste no podía ser malo. ¿O sí?
Despuntaba la mañana, y Miguel se encaminaba hacia su trabajo, iba rápido, no se paró a analizar que todo era distinto, a pesar de que a él le pareciera todo igual. En la calle seguía todo igual, los coches circulaban al mismo e incesante ritmo, la gente iba a sus trabajos con la misma prisa que llevaba él, pero había algo que no era igual...

Miguel llegó al trabajo y saludó como siempre a su secretaria, Pepa. Ella sonrió para devolverle el saludo.

No había nadie más en aquella oficina, él se introdujo en su despacho, estuvo trabajando intensamente. Algo llamó poderosamente su atención, la falta de llamadas telefónicas, no había sonado el teléfono ni una sola vez, cuando lo normal era que estuviera harto de indicarle a su secretaria que tomará nota de las mismas.

Tomó el auricular del teléfono para preguntarle si había dejado de pasárselas por algún motivo. No había línea.

Se puso nervioso, salió de su despacho, y vio que su secretaria estaba sentada en la silla, se dirigió a ella y preguntó: ¿Pepa, le funciona la línea telefónica? Pepa no contestó. Se acercó y le tocó un hombro, la secretaría cayó desplomada. Estaba muerta.

Miró a su alrededor, y vio con horror que todo estaba cubierto de sangre, paredes, suelo, incluso la mesa de su secretaria - que siempre estaba impoluta - en la cual había un gran charco de sangre. En cambio, en sus ropas no había ningún rastro de sangre.

El terror se apoderó de él, fue a buscar el móvil a su despacho, estaba en su maletín, lo abrió apresuradamente, temblaba, no lo encontraba. Lo vació en el suelo, el móvil apareció, empezó a sonar. Sonaba, y sonaba, la melodía no era la habitual. Lo cogió, en ese momento, percibió con espanto que lo tenía en la mano no era el móvil, sino una pistola, apretó el gatillo...

Silencio absoluto. Nada.

El portero de la finca llamó al timbre para dejarles el correo, no le abrían, volvió a la portería y cogió la copia de las llaves que tenía de aquel piso, al abrir la puerta, descubrió con horror lo que había sucedido, una mancha de sangre le hizo fijarse en aquel calendario de la entrada, estaba mal, en un mes que no correspondía y un día que tampoco correspondía... era lunes.

SÓLO IDA


SÓLO IDA

El camina despacito que las cosas no son buenas si no has de despegar y se estaba equivocando. Ver el horizonte sin rumbo fijo y la inmensidad del firmamento que no tienes que volver a pisar es lo importante. No hay paradas que señalen las largas horas, días, meses, años y milenios sin más compañía que la de un entorno incircunstancial y efímero, destinado a perderse en la negrura más absoluta del lejano destino repetido tantas veces en el misal adormecido y aprendido hasta la saciedad.

.- ¡Estoy aquí!

Y por más que grité la estampida me abarcó sin más piedad que la misma que ofrecí a mi propio hermano pisoteado por mis ganas de llegar. Arrancado de las garras de su propio destino yaciendo inerte y con amor que no quise mirar atrás en mi remordimiento. No había retorno. El destino preconcebido era quién guiaba nuestros hechos más allá de nuestra propia subsistencia internándonos en aquel desconocido universo cual ríos de lava que enloquecidos por su entorno acaban suicidándose en el mar.

El universo me envolvía a sabiendas de que una ínfima posibilidad me motivaba de llegar a buen puerto, si a eso se le puede llamar tal. No volver la vista atrás y las horas, días, meses, años y milenios dejaron de existir para transformarse en puente de ridícula esperanza. Alegrarme de las perdidas fraternales estaba a la orden en tan endiondo y curvilíneo camino hacia el nuevo hogar.

.- ¡Voy!

Y seguí, seguí peleando, debatiéndome en mi propio esfuerzo mientras mundos y galaxias circulaban a mi entorno ignorándolas como si no existieran. ¿Qué importancia tenían? No podía verlas, olerlas ni tocarlas. Mudo y absorto como Gustavo sin conocer, sabía que estaban sin más y no debían ser obstáculo para mi destino. Lo pusilánime de otros no podía influirme en mi ardua carrera y sólo la quimérica ilusión de mis logros podían calmar mi enaltecida energía.

Estaba llegando a mi esfuerzo final y a tal debía ser correspondido entrando sin llamar. Sabía que las horas, días, meses, años y milenios pasarían a ser dentro de mi mundo sin tiempo cual inmaterial forma de vida anterior a transformarse en algo tangible a costa de la sin sentida pérdida de mis masas compañeras de viaje que se habían detenido irremediablemente entre bastidores de causa y efecto sin sustancia. ¿Qué podía hacer salvo seguir y seguir hasta envolverme en la metamorfosis tan deseada?...Nada…

Y seguí y seguí hasta convertirme en rey absoluto de mi propio universo cambiante donde por fin, exultante pude reivindicar mi propio paraíso dentro del espacio-tiempo que jamás tuve. Lo había conseguido mientras se cerraba la única entrada posible, dejando sin remedio a la multitud acompañante de tan trágico trayecto.

Los alumbraba la luz de la luna llena y los envolvía el murmullo de las olas que languidecían en la fina arena de la playa desierta. Ella tenía quince años…él diecisiete.

La arena rebozaba su piel desnuda al igual que una escalopa a la milanesa.

.- ¿Cómo estás?

.- Bien.

.- ¿Te ha gustado?

.- Mucho.

.- ¡Mierda!!

.- ¿Qué te pasa?

.- Se nos ha roto el condón.

.- ¡Oh, no! ¿Habré quedado embarazada…?

2008

viernes, 29 de octubre de 2010

DISMORFOFOBIA


Su sola presencia me ofendía a la vista. No podía aguantar por más tiempo aquella desesperante situación. La odiaba con toda mi alma y llevarla conmigo se me hacía una carga cada vez más pesada. Deseaba desprenderme de ella.

Por fin un día me decidí a actuar de manera contundente.

La puse encima de la mesa y agarré el hacha. Después descargué toda mi furia encima suyo y de un sólo y certero golpe, me deshice por fin de aquella angustia que me había perseguido durante tantos años.

Ahora mi mano izquierda descansa por fin en el cubo de la basura.

Ladrones de almas


Los niños miraron a la anciana. La niña se movió primero. Le siguieron silenciosamente los demás.

La mujer andaba despacio por el cementerio, se le había hecho tarde y oscurecía, pero no podía ir más rápido. Sintió que una mano fría y dura como el mármol le agarraba, al girarse vio a la pequeña estatua, el miedo le impidió gritar.

Entre todos la llevaron al panteón. Ella apenas podía resistirse, el miedo la tenía paralizada. La metieron en la tumba con facilidad y pusieron la lápida en su sitio, ahí descansaría para siempre. Ellos guardarían su alma.

jueves, 28 de octubre de 2010

Reunión en el bosque


Andrea se despertó en mitad de un bosque, se sentía bastante mareado y confuso, su confusión aumentó cuando vio una aglomeración de animales reunidos delante de un gran árbol, en el que había un púlpito vacío.
Todo era muy extraño, era como si los animales fueran humanos, iban vestidos, hablaban y muchos  aún llevaban su ropa y herramientas de trabajo, como si esa reunión fuese muy urgente y hubieran tenido que salir de sus puestos deprisa y corriendo.

-¡¡Silencio!!- gritó con fuerza el oso

Todos se callaron al acto, menos una cervatilla que gritó del susto.

Un búho fue volando a postrarse en el púlpito, se aclaró la garganta y dijo:

-Chiquitan chiquititan tan tan, que tun pan pan que tun pan que tepe tepe, pan pan pan que tun pan que pin, exta si, exta no, exta me gusta me la tomo yo.

Todos lo animales empezaron a gritar y aplaudir de alegría, el conejo sacó un mago de su sombrero, las sardinas empezaron a corretear entre el público, el oso besó al salmón, el avestruz emprendió el vuelo y la señora ballena fue a abrazar a Andrea.

Andrea al ver lo enorme que era la ballena salió corriendo, con la mala suerte de tropezar con una raíz y caerse. Cuando se levantó los animales habían desaparecido, solo había calma y el sonido de las hojas movidas por la suave brisa que había.Escuchó a su amigo Pep riendo, entonces Andrea recordó todo, había salido con sus amigos a probar unas setas que habían comprado a un camello.

-La última vez que hago esto...- Se dijo Andrea.

martes, 26 de octubre de 2010

REFLEJOS


REFLEJOS

Ni estoy loco ni soy ningún monstruo.

Sí, ya sé que maté a mi esposa y a mis hijos.

Y no sabéis lo mal que me lo pasé haciéndolo.

Tampoco tenéis ni idea de cuanto les echo de menos.

Pero tenía que hacerlo. Fue inevitable.

Sólo obedecí las órdenes de mi superior.

El que se encontraba al otro lado del espejo.



La sombra

Camino al altar agarré fuerte a mi padre, a la derecha una sombra me acompañaba, pensaba que eran los nervios, pero día tras día me seguía, incluso a oscuras sentía su presencia. Nadie la veía, por lo que visité a varios médicos, ninguno encontró nada. Mi última alternativa: un vidente.

- Lo siento, no puedo ayudarla, nadie puede hasta que ella decida irse. Haga lo que pida.

- ¿Qué puede pedirme? ¿Cómo?

- Sabrá a quién debe encontrar y qué hacer.

A mis 79 años aún me sigue mi invisible acompañante, yo su fiel y solitaria servidora.

Pasos

Era de noche, salía de un bar de tomar unas copas, volvía para casa, andaba deprisa, hacia frio y no había un alma en la calle, a mi espalda oía pasos, iban acompasados con los míos, cruce la calle, bajé las escaleras, seguía oyendolos a mi espalda, eran como un susurro, no estaba asustada, a pesar de que los oía con claridad, eso sí no podía mirar para atrás, me era imposible.

La calle se me antojaba interminable, apreté el paso, llegué al portal y saqué rapidamente las llaves del bolso. Los pasos también siguieron mi ritmo. Abrí la puerta y entré, después ya casi corriendo me introduje en el ascensor piqué al tercer piso, llegué a mi rellano e introduje las llaves en la puerta de mi casa, los pasos no habían cesado.

Entré, de repente, como por arte de magia los pasos habían cesado, entonces un ruido sumamente molesto, llegó a mis oidos y una luz muy intensa hizo que mis ojos se abrieran. El despertador había sonado y los rayos de luz entraban por mi ventana, me había despertado.

lunes, 25 de octubre de 2010

Música, lenguaje del alma.


Pues es que estaba aquí solo
me había puesto a recordar
me entro la melancolía
y te tenia que hablar

Las vueltas que da la vida
el destino se burla de mí.
Se fueron los buenos tiempos
la juventud ya se escapó.

Sin fé
que triste un final sin fé
cansado ya de perder
pensando lo que la vida
pudo haber sido y no fue.
la noche ya se gasto
el sueño empieza a caer
los recuerdos son cenizas
y parece que aún fue ayer.

Que pena me da ¡que pena!
cuando te veo marchar
que solo y triste me dejas
cuando la noche se va
dime por que no te quedas
esta vez un poco más
es que quieres que me muera
o es que me quieres matar.

Si pudiera
desterrar de mí
la esperanza de verte
y olvidarme
de todo aquello que no se puede cambiar
despedidas
si quieres un recuerdo
te regalo mi pena
y esta noche
duermo solo y quizás
te encuentre en mis sueños
que es donde sólo
te puedo encontrar.

Perdóname por no dejarte
por quererte y haberte querido
amor ... invento del diablo
querer ... burla del destino
... dulce castigo.

Y ya ves que la razón
de acabar de esta manera,
es: "Sólo te puedo dejar
el día en que yo me muera".

Por una vez en la vida
mis cuentas las voy a rendir sólo a mí,
intentaré ser feliz
y que digan lo que digan.
Y si pierdo es cosa mía,
no voy a dar ninguna explicación,
y con razón o sin razón,
pecaré con alegría.

Y los recuerdos al aire me besan la cara.
Sólo recuerdo lo bueno,de lo malo nada.
Aún queda tiempo pa´ el viento,vaya donde vaya,
y que me lleve volando,a tocar a otra guitarra.

De todo un tiempo curándome heridas, he rescatado todo lo mejor.
Y el sentimiento me ha dado palabras que he convertido en esta canción
Y pese a todo, qué hermosa es la vida, aunque regale a veces dolor
Aunque sea a veces cabrona perdida, siempre hay un sitio para el amor
No te rindas nunca a la depresión.
Saca algo de fuerza de esta canción.
No abandones nunca, hay un lugar mejor, y lo llevas dentro de tu corazón
De todo malo siempre hay algo bueno.
Del lado bueno hay algo mejor,
Y del mejor, saca lo que tú puedas, y gástalo con los de alrededor.

Tu no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable
... interminable.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida y sola
tal vez querrás no haber nacido
... no haber nacido.

Entonces siempre acuerdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti. Pensando en ti
como ahora pienso.

No sé decirte nada más
sólo tú debes comprender
que yo estoy solo en el camino
... en el camino.

Bueno pues ya me despido
si te mola me contestas,
espero que mis palabras,
desordenen tu conciencia.

¡Maldito dinero!

Roberto protestó: “¡250€ por cambiar el aceite!”. Al salir encontró 250€ y sonrió burlón. A las 6 recibió una llamada, su hermana había muerto inesperadamente.

Estaba hundido, llamó a Carla y fueron a cenar. En el bolsillo encontró 100€. ¿Cuándo había olvidado tanto dinero?

Al llegar a casa vio una ambulancia su padre había muerto de un infarto.

Un día llevó a su madre a comprar flores para las tumbas. Pagó con 90€ que encontró en la mesita, pensó que su madre los había dejado para tal fin. Cuando volvió al coche su madre estaba pálida e inmóvil.

sábado, 16 de octubre de 2010

NOCHE CASI PERFECTA

Esta noche es casi perfecta. Me acaricia, me besa y me susurra como no había hecho nunca. Mi cuerpo bajo el suyo en perfecta unión desprende un calor sobrenatural. Puedo sentir como me ama; me desea, puedo sentirlo.
Acabamos abrazados y me duermo aferrada a él. Cuando despierto ya no está, quedan las sábanas empapadas en sudor y mi ropa en el suelo.
Esta noche ha sido casi perfecta. Hubiera sido perfecta si él, hace dos días, no hubiera muerto.

miércoles, 13 de octubre de 2010

DESDE EL OTRO LADO


DESDE EL OTRO LADO

Escuché de lejos como me llamaban, así que fui hasta ellos para saber que es lo que querían de mí.

Estaban los cuatro sentados alrededor de una mesa muy concentrados.

Tan sólo les pregunté que es lo que deseaban y de pronto se levantaron y huyeron despavoridos.

Nunca logré saber que querían.

Que rara es la gente.


Nota: Este micro relato me lo ha inspirado Anna con su última publicación, por lo tanto, se lo dedico a ella.

OUIJA

No  pretendía comprender lo que sucedía en otra dimensión . Sólo era consciente de vivir y moverme un mundo de tres dimensiones.
Quería sentir emociones fuertes, y con un amigo convocamos un espíritu con el tablero ouija  .Se movió el puntero nada más empezar:
_ ¿hay alguien ahí?¿Quien eres?
Empezamos a escribir ochos a toda velocidad hasta que el ente nos respondió
_No voy a deciros mi nombre.
Empezamos a sentir que las manos nos quemaban ,oíamos gritos y ruidos que nos condujeron a un miedo brutal.
Dejamos caer la tabla y salimos de la habitación.
Desde aquel día cada noche me persigue el espíritu del mal.

martes, 12 de octubre de 2010

NOCHE LÚGUBRE


Noche lúgubre, estoy solo y llueve.Ando mirando viejos libros en la biblioteca de mi salón.Todo parece en calma, ensimismado en mis pensamientos intento no sucumbir al tedioso día de invierno, la noche se torna tormentosa.Son las tres de la madrugada, el sueño avanza por mi cuerpo, de pronto un ruido extraño suena de fondo en la habitación frente al salón, pareciese que un animal estuviese dando bandazos y rompe la calma de mi soledad, ¡ese ruido!....tengo que descubrir que ocurre.Salgo del salón, mis pasos avanzan con cautela, temoroso de lo desconocido, ¿que será ese extraño ruido?, me pregunto.Entro en esa habitación aún oscura ,quien quiera que sea ha parado de moverse, enciendo la luz....¡cual es mi sorpresa!, se ha colado un murciélago en esta noche espantosa,me dirijo hacia él, sus aleteos intentan rechazar mis manos, y en un último embate, se escabulle y huye por la pequeña abertura de la ventana...

lunes, 11 de octubre de 2010

POLTERGEIST

Sentada delante de la máquina de escribir sigo oyendo ruidos extraños, olores desagradables y me invade una sensación de frío insoportable que va y viene.No me giro, pero tengo la sensación que el cajón de arriba del mueble se ha abierto solo.Me inunda el miedo y permanezco quieta.Hace días que ocurre lo mismo alrededor de las doce de la noche.La pared de la habitación, cerca de la ventana, ha empezado a humedecerse de  color rojo sangre,y los cristales se empañan dejando entrever letras que no llego a comprender.
Oigo una voz tenue e inquietante que proviene de las paredes...y susurra mi nombre.No sé cuanto tiempo más podré soportar esta situación sin desvanecer.



Poltergeist deriva de dos vocablos alemanes: un término folklórico, polter, que significa «ruido», y geist, que significa «espíritu». Los poltergeist son, pues, literalmente, «espíritus ruidosos»

E-MAIL


Delante del ordenador,miró la pantalla con expresión de risa.

Habia escuchado en varias ocasiones aquel rumor,pero,como todo el mundo,se lo había tomado como algo sin base ni fundamento.
Y ahora,las frases que supuestamente la condenaban a muerte estaban allí. Borró el mensaje y continuó leyendo el correo,y sólo al acostarse se acordó de él y se preguntó somnolienta cual de sus amigos se lo había enviado.
Al día siguiente la asistenta la encontró.
La autopsia confirmó que no le quedaba ni una gota de sangre,y que no existía explicación para ello.

viernes, 8 de octubre de 2010

MI ETERNA PESADILLA


MI ETERNA PESADILLA

Desde que murió parece como si me acechara de noche. No logro conciliar el sueño y cuando lo consigo, me despierto sobresaltado.

Esta noche ha sido la peor de todas. En mis desvaríos, me he notado la boca seca. A tientas he logrado alcanzar el vaso de agua que siempre tengo en la mesita, preparado para saciar mi sed nocturna. He bebido con avidez hasta que he notado algo sólido que caía por su propio peso, quedando asido entre mis labios. He encendido la luz y el terror se ha apoderado de mí. Era la dentadura postiza de mi difunta suegra.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Cristales.



Barría bajo la cama noche tras noche y cada madrugada, justo a las cuatro y dieciocho minutos me despertaba el estridor de un vaso contra el suelo. Bajo la cama, una vez más, cristales. Arrastré la cama de habitación en habitación, pero los cristales la seguían. Sólo descansaban los días que a las cuatro y dieciocho mantenía mis ojos abiertos.
Atemorizada por aquel extraño suceso, decidí mudarme abandonando mi querida y nueva cama en aquel viejo piso cristalizado. No sé cuánto tarde en mirar bajo el nuevo suelo, de la nueva cama del nuevo piso… pero cuando lo hice, ahí estaban; era a mí a quien seguían.

EL SECUESTRO


Parecía un encargo sencillo.Entrar,coger al crío,y marchar.El niño durmiendo, no se entrañaría problemas.La canguro,echando un polvo con el novio no se enteraría ni de la llegada del Papa.

Al llegar a la habitación las cosas empezaron a torcerse.El renacuajo estaba despierto,y miraba con mucha atención el móvil de su cuna.
Se arriesgó a dar tres pasos y el mocoso le miró.Una sonrisa encantadora le iluminó la carita.
Y entonces se fijó: el móvil no estaba sujeto a nada,y no eran juguetes lo que colgaba y hacía aquel ruidito.
Eran huesos

martes, 5 de octubre de 2010

En una noche tenebrosa


Era una noche de tormenta, mis pasos se dirigían hacia ese absorbente ruido que me atraía.Camino con cautela, nunca sabes lo que te puedes encontrar.Según avanzo mis pasos se vuelven más pesados, temblorosos, lentos.El temor me hace coger ánimos y me digo hacia mis adentros:
-Sigue, continua tus pasos.
Es como si la incertidumbre me atrajese, ya casi llego. El sonido absorbente que escucho se hace cada vez más cercano, mi paso es ahora decidido a el punto de encuentro con ese sonido extraño, ya parece que llego....enciendo mi linterna y....¡hostias! ja ja ja, ¿pero que es esto?
-Una vieja comiendo caracolillos en mitad de la noche.

VIAJE ASTRAL

Estoy sola en un espacio oscuro, lúgubre , frío .Los pies intentan alcanzar el suelo de mármol negro pero no lo consiguen . Estoy segura que estoy quieta.¿Lo estoy?
Se abre la ventana y la cruzo sin pensar .Me encuentro en el otro lado. Gotas de lluvia salpican mi tez blanca mientras miro hacia abajo .Es un precipicio de unos quinientos metros y no veo el fondo por más que me esfuerce.Oigo un sonido que parece ser el mar.
Me siento temblorosa ,asustada ,confusa. Me siento débil y creo que empiezo a desvanecer.
Vuelvo a mi cuerpo .Me despierto

SE ALQUILA


Cada vez le costaba más aceptar que aquel piso era normal.
Muy dentro de si,en ese espacio interior del que todos renegamos cuando brilla el sol,sabía que allí pasaba algo.
No es que hubiese bajadas importantes de temperatura.Tampoco se notaban bruscamente malos olores,ni se oían ruídos extraños.Ningún juego de luces que hiciera que su corazón se parase.
Pero todas las personas que se habían acercado para verlo,y quizás ,irse a vivir allí,habían desaparecido.
Hasta el momento,las 17 personas que habían traspasado aquel umbral,se habían evaporado.
Todas,excepto él,que sólo lo enseñaba.

lunes, 4 de octubre de 2010

¿CASUALIDAD?

¿CASUALIDAD?

Había conocido a Laura al cabo de pocos meses de enviudar y enseguida hubo un flechazo entre los dos. Quiso la casualidad que nos casáramos el mismo día en que murió mi primera esposa Claudia, hacía un año, aunque no fue en absoluto premeditado.

También quiso la casualidad que nada más entrar con mi flamante esposa en casa, cayera del estante un libro muy peculiar. Laura lo recogió del suelo y tras abrirlo, leyó en voz alta la dedicatoria que había en el reverso de la tapa.

Un sudor frío recorrió toda mi espalda.

Juntos para siempre. Te quiere: Claudia.

domingo, 3 de octubre de 2010

VISIÓN

Era el año 1986,un día caluroso de Agosto.Me encontraba sola en casa pues mi madre había salido a buscar el pan.Entrando en el comedor vi a mi abuelo sentado en el sofá.Me sonreía.Por unos instantes estuve quieta, pero cuando reaccioné me fui corriendo hacia el lavabo y me encerré dentro.El abuelo no podía estar allí ya que yo sabía sobradamente que se encontraba en su casa en Teruel.
Al llegar mi madre salí del escondite y le conté lo que me había pasado.Ella se rió y sin darle importancia continuó preparando el desayuno.Unos minutos más tarde sonó el teléfono.
Mi tio nos informaba que el abuelo había sufrido un ataque al corazón hacía una hora, y que llegó cadáver al hospital.

sábado, 2 de octubre de 2010

MIEDO


MIEDO

Me mira, si, no deja de mirarme … ¿porqué me mira?, ¿porqué no deja de mirarme?.

Eso es lo creí percibir antes de que ocurriera lo inevitable.

La visión paisajística que se ofrecía desde la terraza de aquel mirador era de una belleza un tanto extraña a causa de los tonos amarillentos de los árboles que contrastaban con el color plomizo del cielo. Estaba claro que tarde o temprano llovería y que no me tocaría otro remedio que empaparme a pesar del impermeable que llevaba en la pequeña mochila que ahora descansaba en aquel ruinoso suelo de baldosas rotas como piezas de un puzzle esparcidas de cualquier manera y sin ninguna intención de colocarlas en su orden correspondiente. De pronto me di cuenta de que allí reinaba el más inusual y absoluto de los silencios. Los pájaros no cantaban y a falta de viento, las hojas de los árboles parecían pinturas inertes en relieve. No se percibía el menor movimiento en toda aquella gran masa forestal y aparte de mi respiración, parecía que el mundo se hubiese detenido como una señal para advertirme de algo a punto de suceder y que esto se escapaba de mi mente. La vista y el oído no transmitían sus detalles concernientes a mi cerebro, pero de pronto mi olfato despertó de su reposo para indicarme que allí cerca había algo que contrastaba con la inquietante paz reinante. Mis fosas nasales se llenaron de un fétido y nauseabundo olor a carne en descomposición y aunque desde donde estaba no se distinguía su origen, sí que estaba claro que era olor a muerte. Empecé a tener una especie de miedo hacia algo que desconocía y una nueva sensación se apoderó de mí al erizárseme los pelos de la nuca. Estaba casi seguro de que alguien o algo me observaba... De pronto un ruido seco a mis espaldas me sobresaltó y aunque seguramente éste fue producto de algún guijarro que se había desprendido de aquella vieja estructura, un terrible pavor hacia lo desconocido me hizo reaccionar histérica y drásticamente. Quizá el fantasma de aquel desgraciado personaje de leyenda rural me estaba persiguiendo y yo no podía permitir que me diera alcance. Con un intenso miedo apoderándose de cuerpo, me dirigí a grandes zancadas hacia la escalera de caracol y por un momento me pareció que el suelo cedía bajo mi peso. Horrorizado bajé los viejos peldaños del oxidado hierro sin siquiera darme cuenta de lo maltrechos que estaban, hasta que uno de ellos de rompió y tuve que sostenerme en el eje central para no caer y romperme la crisma. Al llegar despavorido a la planta baja, salí disparado al exterior con el alma en un puño y el corazón latiéndome a toda máquina. Mi respiración era acelerada a causa de aquella inexplicable sensación de estar vigilado por un ser desconocido que quizá quería advertirme de que debía desaparecer de sus dominios y por Dios que había logrado sus propósitos, más aún cuando un intenso relámpago apareció llegado de las nubes hacia un lugar en concreto de aquel lúgubre bosque para desencadenar un terrible trueno que me hizo perder el equilibrio en mi temerosa aunque quizá infundada huida. Caí rodando hacia un pequeño desnivel a mi izquierda cubierto por las lacerantes zarzas y el resto de la alta y enferma vegetación amortiguó el golpe, sin embargo esto ocasionó que descubriera horrorizado la causa de aquel repugnante olor que me había traspuesto hacía solo un par de minutos antes, al dar de narices sobre el inerte cuerpo en descomposición de un pequeño jabalí con un enorme desgarro en su vientre lleno de gusanos devorándolo por dentro. Me aparté convulsivamente de éste mientras mi garganta emitía guturales sonidos de terror mezclados con una profunda sensación de asco. Al incorporarme, las náuseas aumentaron y al final; con dolorosas y compulsivas arcadas, vomité todo el contenido de mi estómago a escasos centímetros del cuerpo de aquel desdichado animal que seguramente había sido víctima de los perros de algún cazador, días antes de mi llegada. Por unos momentos pensé que aquella visión dantesca, era la de que había ofrecido mi desayuno en memoria de aquella bestia muerta en las mismas condiciones que su misma presencia ofrecía a mis estupefactos ojos. Me aparté del lugar y empecé a tranquilizarme a mí mismo limpiándome la boca con el antebrazo e intentando acompasar mi respiración. Pensé en que todo lo que había sucedido hasta ahora, había sido solo producto de mi imaginación, sin embargo volví a sentirme horrorizado al darme cuenta de un hecho significativo que podía echar a perder definitivamente la finalidad de aquel día. Me había olvidado la mochila con todo su contenido en la terraza de aquel pavoroso edificio en mi precipitada huída. Lo único que tenía era el bastón que había dejado en la entrada antes de subir y ahora tenía que recuperarlo. Un poco más tranquilo, al tiempo que avergonzado de mi reacción, me dirigí de vuelta hacia aquel ruinoso lugar con la intención de recoger mis pertenencias, pero en el mismo instante de agarrar el objeto de apoyo, un pequeño bloque de yeso se desplomó estrellándose ruidosamente en el suelo, rompiéndose en mil pedazos. Aquello me hizo desistir en mi intento de regresar, ya que el miedo volvió a mi mente con renovada intensidad, haciéndome retroceder y dando por perdida la mochila junto con su correspondiente contenido. Por suerte aún conservaba la llave del coche en el interior de un bolsillo del pantalón, pero no la botella de agua, la navaja suiza y el teléfono móvil, así como los restos de mi desafortunado desayuno, los cuales eran simples objetos fácilmente reemplazables, por consiguiente decidí olvidarme de ellos con verdadera frustración al sentirme tan cobarde. Antes de reemprender mi viaje de vuelta, decidí tranquilizarme un poco y me senté en el suelo apoyándome de espaldas en el pozo que había en sentido opuesto a la entrada del casi derruido mirador. Poco a poco mi respiración adquirió el ritmo normal mientras ponía mis pensamientos en orden. Había sido un estúpido por muchas razones, una por haber realizado aquella caminata solo y la otra y tal vez la más grave, dejar que aquellos anecdóticos sucesos ocasionales y normales después de todo, hubiesen ejercido tanto miedo en mi persona. Todo era normal, ya que el lugar estaba en ruinas y por supuesto que a causa de mi propio peso, la estructura se resentía y dejaba caer lo que ya se sostenía de por sí casi milagrosamente. Por eso las autoridades no querían que nadie fuese allí, ya que era peligroso y cualquier pequeño incidente podía desencadenar en el derrumbamiento total o parcial del viejo mirador pudiendo ocasionar heridas o quizá la muerte de las personas que se internaban en él. Mientras mi mirada regresaba hacia aquella, ahora odiosa edificación, me sentía avergonzado y decidí no contárselo a nadie para que no se mofaran de mí. De pronto otro espantoso trueno apagó el silencio reinante sobresaltándome de nuevo mientras unas primerizas gotas de agua empezaron a mojar mi cuerpo y mi mente poco a poco volvió a la realidad. Empezaba a llover y yo debía regresar, por consiguiente me levanté con la intención de ponerme en marcha y aguantar el chaparrón en mi propia carne ya que no estaba dispuesto a regresar a por el impermeable, sin embargo en el momento de apoyarme en la estructura del pozo con la intención de recoger el bastón, una parte de ésta cedió bajo mi peso y se derrumbó al interior perdiendo yo mismo el equilibrio y precipitándome hacia el vacío horrorizado sin poder remediarlo. Durante la corta caída que me pareció eterna y sin nada en que asirme, comprendí enseguida horrorizado al ver la inmensa oscuridad que me estaba envolviendo, que iba a morir en pocos instantes. El espantoso grito de terror que salió de mi boca se perdió haciendo eco en las profundidades de aquel pozo que sería mi tumba.

(2-11-2007)