A través de la ventana del onceavo piso podía ver la calle .Dos edificios iguales de piedra gris que miraban hacia el cementerio .Casi todas las ventanas permanecían a oscuras pero de vez en cuando veía una luz; alguien en ropa interior preparándose la comida ,para el día ,para la vida ,para caminar erguido y con la identidad en su sitio .Lo que veía a través de esas ventanas era la parte secreta de sus existencias .La parte celosamente guardada y completamente diferente a la parte que aparecía cuando traspasaban la puerta de la calle.
Era aquello lo que la paralizaba .Sentía como si al pensar en traspasar la puerta de la habitación donde se encontraba se le desintegrara la mente ,como si el cerebro fuera a descomponerse poco a poco .Sentía terror, un terror descomunal, un terror nunca visto .Y al otro lado de la puerta ruidos y murmuros de gente ,pequeños gritos ahogados por el ruido ensordecedor de una máquina infernal .Terror …horror…sangre…miedo…ofuscación…delirio.
Su nombre sonó por los altavoces .Había otras personas en la misma habitación esperando ser llamados .Todos la miraron cuando se levantó temblorosa y se dirigió lentamente hacia la puerta .Todos permanecieron callados e inmóviles .Finalmente optó por cruzarla .Le pusieron la inyección y le extrajeron el quinto diente del maxilar inferior.Todo había terminado.
Pues la verdad, a mi me pasa lo mismo. Me horroriza ir al dentista. Aquel olor tan característico y aquel ruido. Ñiiiiiiiii......!!!!
ResponderEliminarBrrrr....!!!!Que canguelo.
Muy bueno, Anna.
Me sumo al miedo colectivo de acudir al dentista, por mucho que me lo pinten en TV, lo mío no es miedo, es pavoroso.
ResponderEliminarMuy buena trama tu relato, terror hasta escarpiar los pelos ja ja ja
¡¡Coñe,real como la vida misma!!
ResponderEliminarY la cara que se te queda cuando sales es todavía peor,que no sabes si alegrarte porque ha acabado o acojonarte por la factura que te llega
El relat és molt bo i coincideixo amb tots els altres comentaris però... només una observació: la lletra costa de llegir!!! Et felicito!
ResponderEliminarEli T
Bueno.....ya ves, si es real....yo me apunto al terror de ir al dentista..jeje...una vez salí corriendo cuando me tocaba entrar..
ResponderEliminarAcojone puro y duro. El dentista... jooorrrr!!!
ResponderEliminarGalaxia
Discrepoooooooo!!! Me ha hecho reír y yo he perdido el miedo al dentista. El tema de las facturas no es que me dé miedo, sólo es un obstáculo. No, no. Prefiero el dentista mil veces a otros dos especialistas. Brrrrrr.
ResponderEliminarAparte de sensaciones y explicar mi vida (naturalmente!), me ha gustado mucho y el final ha sido doblemente sorprendente para mí porque no me esperaba eso, poder reírme a gusto. ¡Miedicas!
Muy divertido y bien escrito, jefa.
ResponderEliminarLa verdad es que a mí el dentista me da canguis, pero no me vuela tanto la imaginación como a la protagonista, afortunadamente, jajaja.
Es muy bueno, en serio.
Jose Manuel.
Es genial!!! El dentista da para muchos relatos de terror... brrr
ResponderEliminarShemba
Anda que no! le tengo pánico al sacamuelas (y sacadineros).
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