La agente inmobiliaria encargada de enseñarle la casa, le dijo que la mirara con toda tranquilidad mientras ella esperaba fuera.
No le importó quedarse sin alguien que le insistiera en las grandes ventajas de adquirir aquella vieja mansión. Así no se sentiría coaccionado.
Tras admirar aquel antiguo recibidor de estilo colonial, decidió empezar la visita por el salón contiguo.
De pronto un chasquido le sorprendió en el momento en que daba una nueva pisada. Con asco se dio cuenta de que había aplastado una cucaracha.
Inmediatamente después, se percató de que éstas salían en gran número por todos los rincones. Dio un paso hacia atrás y sonaron nuevos y asquerosos chasquidos. El suelo estaba infestado de aquellos repugnantes insectos y en un inconsciente acto de querer salir de allí lo más rápido posible, resbaló a causa de los numerosos bichos destripados por él mismo, hasta caer al suelo.
Enseguida se vio cubierto por un auténtico enjambre y en el preciso momento en que abrió la boca para gritar de terror, cientos de ellas se le introdujeron, así como por sus fosas nasales y agujeros auditivos.
En la calle la agente inmobiliaria estaba esperando para enseñar la mansión al siguiente cliente.
Sencillamente genial, Pep.
ResponderEliminarAdemás creo que hasta sería una base para un magnífico cortometraje de terror.
Para mí, es una pequeña obra maestra.
José Manuel.
¿Genial? ¿Genial? Cochinada asquerosa. Ya sólo ver la foto iba a pasar pero he hecho esfuerzo por mi Pep. ¡Te odioooooo!
ResponderEliminar¿No podías escoger tarántulas truhán?
Estará bien escrito -lo está-, bien explicado -lo está-, y todo guai -tamén. Pero es repelente, repulsivo, horroroso... ai uix, quin fàstic!!!
Voy a vengarme vilmente!!! Bueno, vilmente no, apropiadamente.
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo con la Teniente,sorry so much,no es asqueroso,las cucarachas son unas criaturas encantadoras que,sobre todo en el caso del relato de Pep,se encargan de mantener a raya la población humana,que úlltimamente se está expadiendo demasiado.
ResponderEliminarMuy bueno,Pep
¿A que te desafío madame? Si esas repelentísimas criaturas nos mantienen a nosotros a raya, ¿quién las mantiene a raya a ellas? Si nos mantuvieran a raya los... ¡calla, eso da para otro relato!
ResponderEliminarIsabel. No hay quién te entienda. ¿No querías un relato que diera canguelo? ¿A qué sí? ¿A qué da repelús?
ResponderEliminarY que conste que en un principio era mucho más largo y con más detalles, pero como quedamos que sólo 200 palabras...
Pues relata,Teniente,relata
ResponderEliminarEeeeeeeeeeeeeeecssssssssss jejejeje me ha recordado un pub irlandés en el que trabajó mi marido una temporada.Casi casi sería como en la descripción.Jojojojojojojojojojo
ResponderEliminarSigue así pep, me encanta! :)
Si no hubiese pisado a las pobrecitas.
ResponderEliminarSi no hubiese abierto la boca...
Ahora falta que nos expliques porqué razón la agente inmobiliaria le da de comer a las cucarachas.
No sabes el acojone que me da a mi eso mismo, que se me meta un bicho asqueroso en la boca, puaaaj!!! Conforme relatabas me daban arcadas. Siempre que voy a un sitio con bichos mantengo la boca bien cerrada, no os descojonéis, es cierto! Y si tengo una lata o botella intento mantenerla tapada (así se tragó alguien una mosca, según me cuentan, y luego salió volando de la boca). También me da asco que se me metan por el zapato, el calcetín, el pantalón, el cuello de la camisa...
ResponderEliminarEn fin, para mi esta es una historieta de miedo auténtica!
Puag que angustia!!
ResponderEliminarMira que meterse en la boca, toda llena de babas y la nariz, toda llena de mocos... puag!!!
Muy bueno, Pep!!
Shemba.
Tantos martes de sequia... tenian que terminar de alguna manera... Claro con esta asquerosidad
ResponderEliminar!!!!Que asco, por dog !!!!
Rosa
My Lady. Que bueno verte por aquí.
ResponderEliminarUn petó.