Buenas noches.
Hola, soy la canguro que han llamado.
Ah! Vale, pase, pase.
Mi nombre es María José.
Encantada María José. Mire, nosotros estaremos fuera unas horas. Sólo tiene que hacer compañía a nuestra hijita durante este espacio de tiempo. Le aseguro que no le ocasionará ningún problema.
No se preocupe, me encantan los niños.
Venga, voy a enseñársela.
Por supuesto.
Mire, aquí está en su cunita.
El espeluznante grito que salió de su garganta se oyó por toda la manzana. Luego volvió a reinar el más absoluto silencio.
(Especialmente dedicado a nuestra Shemby con mucho cariño)
Ohhhh Pep, si que me ha impactado el final, no me lo esperaba.Ya me explicarás la dedicatoria.
ResponderEliminar???? ¿Qué me he perdido? ¿Me tengo que imaginar lo que yo quiera? ¿Ni una pistita? Me paso entre bastidores para ver si lo averiguo. 'ta luego.
ResponderEliminarTiene que ver con su último comentario.
ResponderEliminar¡¡Cooooño!!
ResponderEliminar¿Es que no vamos a dejar ni a las canguros?
¡¡Que yuyu!!
AAAAAAAAAAAAAAAAH!!! Por cosas como esta nunca trabajé de canguro!!
ResponderEliminarA saber que clase de niñita diabólica había en esa cuna... Uinsss... se me ponen los pelos de punta!!!!
Gràcies Pep!!!!
Shemba
¿Qué había en la cuna? ¿un bebé muerto? ¿un bebé guapo? ¿una barbie?
ResponderEliminarMe ha gustado, sí señor!
En la cuna estaba un bebé igualito a Zapatero, a que si,a que si....
ResponderEliminarjoooor!!! ya tengo la solución era la niña del exorcista... jajajajaja!!! o la niña de Chucky el muñeco diabolico... jjejejejeje!!!
ResponderEliminar¡Tengo miedo!