LA VELADA
¡Vaya morro! Empiezo a estar harto de sus caprichos… No esperaba esto de ella cuando empezamos a salir juntos. Como añoro aquellos paseos a la luz de la luna, cogidos de la mano y besándonos a cada esquina. Ahora en cambio no soy más que su “putito” de fin de semana.
A pesar de que siempre me dice que su trabajo la absorbe totalmente no acabo de creérmelo y los celos me corroen por dentro. Me la imagino constantemente con sus compañeros de oficina o quizá con su jefe y a saber que hará…
Eso sí, “Cariño, el sábado vengo, así que tendrás que prepararme alguna sorpresa culinaria de las que tu sabes”… y yo como un imbécil preparando algo suculento para que esté contenta y tenga una buena excusa para pasar la noche conmigo y usarme como se usa un mondadientes y luego dejarme tirado en el primer cubo de basura que encuentre hasta la semana que viene.
Y aquí me tenéis preparando este pollo que con obligatoriedad, tendrá que quedar lo suficientemente suculento para hacerla sentir contenta.
He decidido que lo voy a cocinar al horno con un montón de especias y además relleno de verduras maceradas con brandy y un toquecito de trufa italiana para realzarle el sabor. Antes que nada untarlo tanto por dentro como por fuera con mantequilla para darle un toque aun más delicioso si cabe.
Mientras meto la mano por el interior del pollo, no dejo de pensar en lo que quizá pueda suceder esta noche después de la cena y empiezo a excitarme…
-. Cariño, el pollo está realmente exquisito. ¿Con que lo has rellenado?
-. Con mucho amor, cielo, con mucho amor….
¡Vaya morro! Empiezo a estar harto de sus caprichos… No esperaba esto de ella cuando empezamos a salir juntos. Como añoro aquellos paseos a la luz de la luna, cogidos de la mano y besándonos a cada esquina. Ahora en cambio no soy más que su “putito” de fin de semana.
A pesar de que siempre me dice que su trabajo la absorbe totalmente no acabo de creérmelo y los celos me corroen por dentro. Me la imagino constantemente con sus compañeros de oficina o quizá con su jefe y a saber que hará…
Eso sí, “Cariño, el sábado vengo, así que tendrás que prepararme alguna sorpresa culinaria de las que tu sabes”… y yo como un imbécil preparando algo suculento para que esté contenta y tenga una buena excusa para pasar la noche conmigo y usarme como se usa un mondadientes y luego dejarme tirado en el primer cubo de basura que encuentre hasta la semana que viene.
Y aquí me tenéis preparando este pollo que con obligatoriedad, tendrá que quedar lo suficientemente suculento para hacerla sentir contenta.
He decidido que lo voy a cocinar al horno con un montón de especias y además relleno de verduras maceradas con brandy y un toquecito de trufa italiana para realzarle el sabor. Antes que nada untarlo tanto por dentro como por fuera con mantequilla para darle un toque aun más delicioso si cabe.
Mientras meto la mano por el interior del pollo, no dejo de pensar en lo que quizá pueda suceder esta noche después de la cena y empiezo a excitarme…
-. Cariño, el pollo está realmente exquisito. ¿Con que lo has rellenado?
-. Con mucho amor, cielo, con mucho amor….
Mmmmmmmmmmmm relleno de amor.No sé si me fiaría yo de este marido jejejeje,aunque la mujer se lo merece,no cabe duda,juas,juas,juas
ResponderEliminarPiensa mal y acertarás...¿no?
Yo quiero esa receta,Pep.
ResponderEliminarNunca se sabe quien puede necesitar una ración de "pollo al cariño"
Carmen
Ya, ya... pero esperas que no sea el pollo lo único que se rellene con mucho amor... así que, como todo sea por el amor, no te quejes y venga, ¡al lío!, rellena el pollo con verduras, con brandy, con trufa, con amor y a esperar el resultado, que ni su jefe ni sus compañeros de oficina tienen ese toque tan tuyo, tan personal y que a ella tanto le gusta compensártelo después en carnes... Hala, dale caña a las especias.
ResponderEliminarNo sé exactamente como pillarlo... Amor es amor o hay algo más? jojo
ResponderEliminarShemba
Libre interpretación. Ya sabéis que en mi mente no puede haber nada demasiado sensato.
ResponderEliminarMmmmmmm !!!
ResponderEliminarSegún la foto el pollo era una gallina y estaba a punto de poner un huevo. ¿No te diste cuenta al meter la mano en el pollo? ajajajajaa...
Mani.
Ostras Mani,gracias por honrarnos con tu visita,a ver si aterrizas por aquí más a menudo,¡¡¡anda!!!
ResponderEliminarMuaks
Ya me he vinculado la cuenta del llajú y os he poniro en la barra de favoritos. Ara cal encontrar tiempo para entrar algún ratillo.
ResponderEliminarPep, Pep...¡¡ a mí no me despistas!!, je,je.
ResponderEliminarMira, ésa receta no la sabía yo y espero que mi churri tampoco, je,je.
Saludicos.
Linda.
Pep!!! Per Déu! Mira que dejarte un huevo dentro. Jajajajajajaja!!!!
ResponderEliminarJejejeee, de una forma o de otra ella iba a terminar probando el relleno del pollo :P
ResponderEliminarEs muy original, me gusta mucho este relato.
Darth