Viorica llevaba ya unos nueve años en España, concretamente en la provincia de Castellón. No le costó mucho integrarse y ahora dice que nunca volvería a su país. Encontró un trabajo como vigilante de seguridad y tuvo la suerte de que le hicieran un contrato indefinido al año de empezar a trabajar.
Aquel día Viorica vino de visita a casa de mi madre. Se conocían de vista pero nunca se habían sentado a hablar. Mi madre preparó café y sacó unas pastas. Viorica hablaba el valenciano, se notaba un poco su acento pero lo hablaba con bastante fluidez y muy correctamente.
-Al venir cap a aquí he travessat un camp de roselles preciós...
Mi madre me miró un poco sorprendida. En voz baja me preguntó.
-Que son roselles?
-Amapoles, mama.
-El més bonic de tot era veure les papallones volar, hi havien a milers.
Mi madre se giró hacia a mi.
-Era molt bonico vore les mariposes, mama.
Estuvimos hablando de unas cosas y de otras. Mi madre de vez en cuando me miraba para que le hiciera la traducción simultánea del valenciano al valenciano, pero la tarde se pasó bien y muy relajada.
-Perdoneu si sóc descarada. He vist que teniu maduixes al jardí, us importaria si provo una, si us plau?
-El qué?
-Les freses mama, que si per favor li donem una per tastar-la.
-Ah! Pues claro!- Le contestó mi madre.
-No fa falta que em parle en castellà, entec bé el valencià.
-Ah! Vale.- Mi madre me miró como diciendo "esta no s'entera?".
-Es cert.- Insistió Viorica.
-Bé, bé. Vale.
Mi madre salió al jardín a recoger fresas y lo que vio le hizo soltar una exclamación.
-La mare del corder!
Viorica me miró sorprendida.
-També teniu animals a casa?
Mi madre volvió toda sofocada, dejando cualquier explicación que le pudiera dar a Viorica fuera de lugar.
-Mira lo que et puc donar. Els pardals s'han arreat totes les freses!
La tarde siguió entretenida. Viorica era una chica muy agradable y tenía muchos temas de los que hablar. A mi madre le entretenía comparar la situación que había pasado el país de mi amiga con la situación que ella mismo había vivido. Incluso le llegó a decir que la bandera de Rumanía era igual que la española pero ladeada. Viorica me miró un poco extrañada, pero no pidió más explicaciones. De vez en cuando seguía haciendo de intérprete para ambas.
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Cuando se despidió y nos dejó a solas. Mi madre me dijo:
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-És molt maja la teua amiga però, parla un poquet raro.
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Iba a colgarlo integramente en valenciano, pero así os ahorro faenilla.
ResponderEliminarA ver, que yo me aclare. Tenemos el castellano general, el valenciano (que no es igual que el catalán) y el valenciano-rumano.
ResponderEliminarSi lo cuelgas todo en valenciano pierde la gracia.
Por la faenilla no te preocupes, nunca es tarde para aprender y además hay cierta intriga hasta que descubres el significado.
¿Está basado en un hecho real? Es una historia muy simpática.
Se puede decir que sí, es real... Viorica existe y todo lo que hay escrito ha sucedido alguna vez.
ResponderEliminarEl tema está en que en mi pueblo el valenciano tiene muchos castellanismos y a la gente que no tuvo la suerte de estudiar valenciano en el cole le cuesta un poco pillar el valenciano correcto o el catalán.
¡Menudo tomate!
ResponderEliminarMuy curioso y explicado con mucha agilidad. Cuando me rectifican siempre digo que yo hablo "barcelonés".
Está muy bien Shembi; m'ha gustao.
Me ha encantado y al mismo tiempo me has hecho recordar a mi abuela materna y a mis padres.
ResponderEliminarY también a mi mismo, puesto que cuando iba a la escuela estaba incluso prohibido hablar en català.
Por eso casi nunca escribo en mi idiona, puesto que cometo muchísimas faltas de ortografía.
Es muy curioso que un amigo inglés fuera el que me dijera que adoquín en català se llama "llamborda"
Muy bueno, si señor.
jo,pues no te quiero ni contar la primera vez que oí hablar en mallorquí
ResponderEliminarY eso que yo iba muy chula.Total,me decía,ya sé hablar catalán
Carmen
Me recuerda a mis padres cuando yo era pequeña.
ResponderEliminar"nena, passa´m la granera!!!" y mi madre estaba media hora pensando en que narices darle y aparecía mi padre ya cansado,dirección a la cocina a buscar la escoba.
Divertido es.Aun actualmente nos reimos cuando suelta su vocabulario de la franja.