Matarlo fue fácil, con una puñalada trapera, por detrás, con un cuchillo de cocina con una hoja de cuarenta centímetros le atravesé el cuello, ni le dolió. No soy un sádico, tampoco era cuestión de encarnizarse. El problema vino después ¿qué hacía con el cuerpo?.
Tenía pensado en enterrarlo en el jardín de su casa, pero me daba pereza abrir un hoyo…en fin, que empecé a pensar que podía hacer, mientras me miraba al colega, esparramado por el suelo mientras la sangre aún le salía por los dos orificios del cuello.
Me fijé que aún daba muestras de vida, me miraba, su cuerpo hacía pequeñas convulsiones. Total, cogí una silla vieja que tenia y le di de golpes en la cabeza hasta que se quedo quieto y cerró los ojos. Que tampoco era cuestión de que me amargase la existencia y me entrase un sentimiento de culpabilidad con su mirada.
Mientras pensaba en que podía hacer con él, me hice un café y mientras me lo tomaba miraba por las ventanas de su pequeña casa, sucia, dejada, llena de pelos de perros. Los perros. Ya tenía la solución.
Cogí como pude el cuerpo y lo arrastré hacia la cocina. Le extendí los brazos y las piernas. Busqué entre sus utensilios de cocina y encontré una pequeña hacha de estas de cocina para descuartizar pollos. Sin duda aquello iría como anillo al dedo.
Esperé unas horas a que acabase de desangrar y que se enfriara el cuerpo, no quería quedar lleno de salpicaduras de sangre.
Aproveche ese rato para limpiar toda la sangre que estaba encharcada por todo el pequeño salón. Aproveché para echar al fuego los trozos de silla esparcidos por la sala.
Cuando acabé de limpiarlo todo, me hice otro café, me fumé un cigarrito y me puse manos a la obra.
De la cocina cogí bolsas de basura para ir poniendo los trozos descuartizados en su interior y a la que tuve tres bolsas allí abiertas, empecé la tarea más difícil.
Empecé con los pies, que los corté a la altura del tobillo y los partí por la mitad, después las piernas, de las cuales hacía trozos no muy grandes, eso si, la rodilla fue un trabajo arduo, en el que tuve que usar un cuchillo jamonero ya que los tendones me costaban mucho cortarlos a hachazos. Todo eso lo puse en una de las bolsas.
Después empecé con las manos, los brazos, la cabeza, la cual tuve que hacer varios trozos. Allí la cosa se complico con la sesera, toda esparcida por el suelo, ¡que asco!.
Puse la cabeza y los brazos en otra bolsa y seguí.
Con el resto del cuerpo hice trozos desiguales pero no muy grandes y los puse todos en otra bolsa.
Cuando lo tuve todo cortadito, puse agua en una olla grande que tenía y cuando empezó a hervir, fui poniendo trozos de su cuerpo y arroz, para hervirlo todo junto. Barrí el suelo de restos de carne, piel y cerebro y lo añadí a la olla.
La primera olla se la dí directamente a los perros que tenía encerrados en un cercado en la parte posterior de su casa. Tenía al menos doce perros de diferentes razas y variedades.
Desde luego que los pobres animales tenían hambre, en poco más de quince minutos se lo habían comido todo, hasta los huesos se comieron.
En total tuve que hacer seis hervidas más, las cuales tuve que guardar tres para el día siguiente ya que los perros se habían hastiado de tanto comer arroz con amo.
Hacían un partido del Barça-Madrid por la tele, no me lo quería perder, por lo que me preparé algo de cena, comí, bebí un par de cervecitas y cuando acabó el partido me acosté, al día siguiente aún tenía trabajo que hacer. Dormí feliz, con el trabajo echo y con el resultado del partido, 2 a 6 a favor del Futbol Club Barcelona. Me levanté temprano y me puse manos a la obra.
Les dí de comer otra vez a los perros, pero esta vez no comieron tanto. Pensé que sacarlos de la jaula para que corrieran por el trozo sería una buena manera de hacerles entrar el hambre.
Después de toda la mañana corriendo por allí les volví a poner otra hervida, ya solo me quedaba una.
Pero de comer poco, estaban hartos de tanto arroz con amo.
Como no tenía prisa, pensé que lo mejor sería no darles de comer hasta el día siguiente.
Con penas y trabajo me costó encerrarlos otra vez en su jaula, pero después de perseguir al Fox Terrier, perro nervioso donde los hay y encerrarlos a todos, me decidí tumbar un rato. Recuerdo que miré la televisión un rato y me desperté al día siguiente al despuntar el día.
No tardé ni diez minutos en darles el resto de comida a los canes, se lo puse en sus comederos y observé como se lo comían todos y todo, sin dejar rastro, lamiendo los comederos como si hiciera semanas que no ingerían nada.
En eso que me di cuenta que uno de los perros, un precioso Setter irlandés, con un trozo de carne colgando en la comisura de sus labios, me miraba fijamente. Me miraba fijamente, mientras mordía aquel trozo de carne humano y me pareció por un momento, solo por un momento, ver los ojos de su amo a través de los suyos, miré hacia otro lado y ví que el nervioso Terrier que me miraba con la misma mirada.
No lo dudé ni un segundo. Por si acaso, tenía que salir de allí echando leches. Por si acaso.
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Comentarios al blog
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La presidenta del rellano.
(1)intelligentsia o, en caracteres castellanos, inteliguentsia (del Latín intelligentia) es una clase social compuesta por personas involucradas en complejas actividades mentales y creativas orientadas al desarrollo y la diseminación de la cultura, incluyendo intelectuales y grupos sociales cercanos a ellos. El término ha sido tomado del ruso интеллигенция (transliterado como intellig(u)éntsiya), o bien del polaco. Los dos, a su vez, derivaron de la palabra francesa intelligence. Al comienzo, el término se aplicó en el contexto de Polonia, Rusia y más tarde, la Unión Soviética, y tuvo un significado más estrecho basado en la autodefinición de una cierta categoría de intelectuales.
Collons Pere jeje después de tanto poema romántico vas y te me conviertes en un sádico DEXTER (¿conoceis la serie? Es una pasada jaja)
ResponderEliminarMe ha encantado el relato Pere...esta noche al igual me hago una barbacoa, que ya me va entrando hambre jejejeje.
Felicitats!!!!
Collons, Pere. Me estás empezando a dar miedo...y hambre.
ResponderEliminarpeptrempat
Collons, Pere, 2 a 6 a favor del Barça, llevas el realismo a unos extremos que me asusta.
ResponderEliminar¿Te has dado cuenta de que los 3 comentarios empiezan por?: Collons, Pere.
ResponderEliminarJajaja!!!
Pep
Esto no puede acabar bien, fijo.
ResponderEliminarEmpieza uno asesinando y descuartizando cadáveres para dárselos a los perros y acaba aparcando en doble fila y saltándose la cola en el cine... ¿O era al revés?