Esta mañana te has sentado en mi banco. Ni siquiera me has mirado. Hablabas por teléfono.
Si aquel día hubieras esperado a que te contestara me hubiera derrumbado en tus brazos. Con tus manos hubieras secado mis lágrimas. Porque sí, estaba triste. Nunca se lo dije a nadie y mira en que se ha transformado.
Me levante del banco y mirándote a los ojos te dije: "Te odio". No vi tu cara, me fuí y nunca más volveré a verte.
FIN
http://mydogsavedthequeen.blogspot.com/2010/05/encuentro-fugaz-ii.html
Ya semos tWo.
ResponderEliminarBreve,conciso y más claro agua.
Un cacho beso,hermosa!!
Me has hecho releer los dos primeros relatos.
ResponderEliminarUn poco triste, no? Muchos medios de comunicación y ha veces no sabemos comunicarnos con lo que tenemos justo al lado.
Muy bueno, Shemby
Petó.
Quién no te aprecia como eres es que no te merece. Ni puñetero caso, que le den!
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