Resulta que estaba jugando en el parque de al lado de casa, justamente el que está tocando a la avenida que esta junto a casa, por entonces todavía había vías, no el bonito paseo y carretera que hay hoy en día. Yo jugaba con una pelota de tenis, se me escapó y fue a parar a la carretera que hay justo en frente del parque.
Niña como era, salí corriendo a buscar la pelota. El coche de color plateado me dio el golpe y me tiró al suelo.
Iba a poca velocidad, solo me tiró, me magullé en el suelo. Yo ni lo había visto. El conductor bajó, me cogió en brazos y me subió detrás. El hombre era mayor, preguntó: ¿estás bien? Y decía en alto, ¡No la he visto! ¡No la he visto!
Unos vecinos que lo vieron, montaron en su coche y salieron detrás del coche plateado. Dirección al Hospital, entré por Urgencias, me subieron en una silla de ruedas, lo recuerdo vagamente un policía, un guardia urbano, me preguntó el nombre y los apellidos.... Después entré en un box, me dejaron sin ropa, solo con las bragas puestas. Me hicieron una revisión de todo. Lo que llevaba era magulladuras en las piernas y en las manos. Me curaron las piernas y me hicieron radiografías, me pusieron una inyección en el culo, la del tétanos.
Entre tanto, llegaron los vecinos y mi hermana, ella era la encargada de cuidarme, se había ido a dar una vuelta con una amiga. Lloraba, pensando que mi padre le iba a pegar cuando llegara. Mi padre llegó y ni la regañó, estaba preocupado pero no enfadado. En seguida salí del box, con un susto en el cuerpo, toda magullada y con una pierna vendada.
Mi madre le extrañó que cuando entró en casa no hubiera nadie, la mujer pensó se habrán entretenido por ahí., era verano y hacía buen tiempo. Me recuperé enseguida, era más el susto que el golpe. Al par de meses, cuando ya la normalidad había vuelto a casa, llegó una citación del juzgado. Era mi nombre el que aparecía en la citación.
Solo recuerdo que mi madre me dijo cuando entramos en la sala: Cuando te pregunten contestas, tú dices lo que pasó.
En la sala había gente, al frente un montón de personas y destacaba una, iba vestida de negro... era una mujer. Era la juez. Dijo mi nombre y me dijo que me pusiera en pié. Algo así como esto: ¡Elena XXX XXX!
En la sala había gente, al frente un montón de personas y destacaba una, iba vestida de negro... era una mujer. Era la juez. Dijo mi nombre y me dijo que me pusiera en pié. Algo así como esto: ¡Elena XXX XXX!
Yo levanté la mano y dije: -Soy yo. (Mi madre sentada al lado mío sin decir ni mú)
- Elena , levántate y cuéntanos que pasó el día que te dío el golpe el coche – dijo la jueza.
- (Yo me levanté) Pues estaba jugando con una pelota en el parque, se me escapó y la fui a buscar a la carretera, y ya está - expliqué.
- Elena, ya te puedes sentar, gracias.
El conductor del coche estaba allí, habló con mis padres antes de entrar en la sala, y cuando salimos me saludó y me besó. No pasó nada, quedó en algo accidental.
- (Yo me levanté) Pues estaba jugando con una pelota en el parque, se me escapó y la fui a buscar a la carretera, y ya está - expliqué.
- Elena, ya te puedes sentar, gracias.
El conductor del coche estaba allí, habló con mis padres antes de entrar en la sala, y cuando salimos me saludó y me besó. No pasó nada, quedó en algo accidental.
Digo yo que tendría 9 o 10 añitos, tenía al profesor Manolo en el cole.
A mi me pasó algo similar pero al revés. Fui yo el que atropelló a una anciana que cruzó la calle sin mirar. La dejé como un cromo. Fémur, tibia, peroné, clavícula y un par de costillas rotas. Por suerte se recuperó y la cosa quedó como una anécdota más. En cuanto a mi, tuve una crisis nerviosa que me duró meses.
ResponderEliminarYo era una cría, cosas de niños. Al señor no le pasó nada, era un buen hombre, pero el susto fue muy gordo, tanto para él como en casa. No me regañaron pero desde aquel día, hiciera lo que hiciera, siempre me paraba al cruzar la calle. Nunca más.
Eliminar