Me he perdido en un paisaje.
Serena, sentada encima de la roca pelada, siento la brisa que viene del este acariciando mis cabellos y sigo observando, profundizando en mis pensamientos.
Los olivos y almendros suben por las laderas del terreno recién abonado.
Arboledas frondosas a lo lejos marcan la diferencia. Pinos altos y en el fondo, más pequeño, un ciprés .Una casita a lo lejos y al otro lado del río, girasoles y la desnudez de los montes, blancos por la nieve.
El olor de las flores me trae recuerdos de la infancia, de mi abuelo. Su cara delgada, franca y expresiva. Aquellos ojos pequeños y grises que hablaban por si solos…despiertos, soñadores, vivos. La dulzura que transmitía su sonrisa y el calor de sus abrazos. Ahora que no está la vida es más amarga y triste.Pero el paisaje sigue vivo, y la vida continua.
Ayyy....Snif.
ResponderEliminarMuy bonito, niña.
Lolilla.
Jo! Que chulada!
ResponderEliminarShemba
Qué bonito... la brisa que viene del Este...
ResponderEliminareso me recuerda que estáis en el Mediterráneo... aquí viene del Oeste..
María
Como siempre explendida en tus escritos.
ResponderEliminarEl recuerdo de esas personas importantes en nuestra vida, que nos marcaron, que nos enseñaron a andar por la vida y que nunca olvidaremos. Si lo hicieramos, moriran definitivamente...
Gràcies Anna, molt bonic, preciós.
Muy bonito. Rondando la poesía.
ResponderEliminarpeptrempat